Maksym Skrypchenko, presidente del Centro de Diálogo Transatlántico, hizo el comentario ante el Centro Internacional para la Defensa y la Seguridad (ICDS), el principal grupo de reflexión de Estonia, centrándose en el historial de Ucrania en la adopción de las normas de la OTAN, y exponiendo los retos que supone hacerlo en tiempos de guerra.
Según Maksym, aunque la adhesión de Ucrania a la OTAN es "ante todo, un proceso político que depende de la voluntad colectiva de los Aliados", una vez llegado el momento debe asegurarse de que "no existen razones formales para que los escépticos denieguen una invitación".
Para ello, Maksym produjo la supervisión sobre:
- el marco jurídico establecido en Ucrania para la aplicación de las normas de la OTAN;
- las estadísticas de las revisiones en curso de 2.000 normas de interoperabilidad militar de la OTAN;
- el aumento del personal ucraniano formado por los aliados europeos;
- la introducción del requisito del inglés en los programas educativos militares y
- el reto de equilibrar la eficacia con las ambiciones de transparencia.
Como se ha señalado con toda justicia, aunque la urgencia de la adquisición de armamento sigue existiendo, "las condiciones de la guerra pueden hacer que las situaciones en blanco y negro sean más grises". Así pues, como en cualquier otro nuevo cambio, "hay que encontrar un delicado equilibrio".
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