por Anna-Mariia Mandzii
509 KB
Puntos clave
- Ataques Estratégicos con Drones: Ucrania ha intensificado los ataques con drones contra las refinerías de petróleo rusas, dañando significativamente entre el 10 y el 15 por ciento de estas instalaciones, lo que ha provocado un aumento del 20 por ciento en los precios del diésel interno.
- Capacidades Mejoradas: El aumento de la producción nacional de drones de largo alcance, junto con el importante apoyo occidental, ha reforzado la capacidad de Ucrania de atacar eficazmente la infraestructura rusa.
- Impacto de las Sanciones: Las sanciones occidentales han obstaculizado gravemente la capacidad de Rusia para reparar las refinerías dañadas, lo que ha exacerbado la tensión financiera y logística sobre su economía y su ejército.
- Dinámica Geopolítica: EE.UU. y Europa están divididos en sus respuestas: EE.UU. teme una escalada mundial del precio del petróleo, mientras que Europa apoya el derecho de Ucrania a la legítima defensa, lo que refleja diferentes intereses estratégicos.
- Necesidad de un Apoyo Unificado: El éxito de Ucrania depende de que obtenga el respaldo unificado de sus socios, en particular en lo que respecta al uso de armas occidentales contra objetivos rusos. Este consenso es crucial para sostener su campaña estratégica contra Rusia.

A partir de enero de 2024, Ucrania ha intensificado considerablemente sus ataques contra las refinerías de petróleo rusas. Según distintas fuentes, Ucrania podría haber dañado entre el 10 y el 15% de las instalaciones de las refinerías de petróleo rusas. Una de las razones de tal evolución es el aumento por parte de Ucrania de la producción nacional de determinados tipos de armamento, en particular drones de largo alcance. Uno de los altos funcionarios ucranianos, el ministro de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, anunció que el país había multiplicado por diez la producción de drones de ataque de largo alcance en 2024. “La mayoría de los drones que atacaron las refinerías rusas tienen un alcance de 700 a 1.000 kilómetros, pero ahora hay modelos que pueden volar más de 1.000 kilómetros”, dijo Fedorov. Además, Ucrania contó con el respaldo de sus socios, como el Reino Unido, que se ha comprometido a destinar un mínimo de 250 millones de dólares para adquirir, fabricar y suministrar rápidamente a Ucrania 1000 drones de ataque de un solo uso.
¿Cuál es el Objetivo de Ucrania? ¿Cuáles son las Consecuencias de Estas Acciones?
Hasta ahora, el enfoque de Ucrania se ha centrado en atacar las refinerías de petróleo rusas en lugar de atacar los centros de producción de crudo o las infraestructuras de exportación de Rusia. Por lo tanto, esta estrategia tiene un impacto negativo en el mercado nacional ruso de productos refinados, pero no afecta a las exportaciones rusas. Además, un avión no tripulado no puede destruir toda la refinería y, como demuestran ejemplos anteriores, las instalaciones dañadas volvieron a funcionar pocas semanas después del ataque. Menos de la mitad de la producción diaria de refino de Rusia, que asciende a 5,5 millones de barriles, procede del consumo interno. El país produce el doble de gasóleo del que consume y es un importante exportador de combustible. Las nuevas armas en Ucrania no pueden alcanzar el 40% de las instalaciones rusas de refinado de petróleo situadas en su mayoría en los Urales y Siberia, lo que permite al país acceder a una cantidad suficiente de gasóleo, combustible marino y fuelóleo para satisfacer sus necesidades en las industrias clave, la agricultura y las fuerzas armadas, así como mantener su exportación a un nivel normal.

La ilustración de las refinerías de petróleo occidentales rusas que están al alcance de la capacidad de ataque de los drones ucranianos. Fuente: Financial Times
Así, aunque los precios nacionales del gasóleo se han disparado más de un 20% desde principios de año debido a los ataques de Ucrania, Rusia no se ha visto afectada de forma significativa, y seguirá siendo capaz de hacer frente a la escasez de productos petrolíferos incluso en el peor de los escenarios, con una pérdida de hasta el 30% de su capacidad de refinado de petróleo. No obstante, si los ataques ucranianos con drones siguen produciéndose al mismo ritmo que en marzo, la capacidad de refinado de Rusia podría llegar a disminuir ligeramente como consecuencia de los continuos daños que Ucrania causa a sus refinerías con mayor rapidez de la que pueden repararse.
No obstante, es crucial señalar que las sanciones occidentales han afectado significativamente a la capacidad de Rusia para reparar los daños infligidos por los ataques con drones. Las refinerías de petróleo rusas, construidas durante la Guerra Fría, se beneficiaron sustancialmente del acceso a las tecnologías occidentales tras el colapso de la Unión Soviética. Las empresas rusas invirtieron miles de millones en modernizar sus instalaciones. Sin embargo, esta dependencia de la tecnología occidental se ha convertido en un problema importante desde el inicio de la invasión a gran escala. Según Reuters, el equipo especializado que necesitan estas refinerías es bastante escaso, y las sanciones impuestas tras la escalada de las hostilidades han agravado aún más la situación. Según los servicios de inteligencia británicos, “es muy probable que las sanciones aumenten el tiempo y el coste de la obtención de equipos de sustitución. Estas huelgas están imponiendo un coste financiero a Rusia, que repercute en el mercado nacional de combustible”.
Aunque esto no ha supuesto un punto de inflexión estratégico en la guerra, cualquier factor que pueda debilitar potencialmente las capacidades rusas en el campo de batalla es significativo para Ucrania.

¿Cómo se Beneficia Ucrania de Atacar las Refinerías de Petróleo Rusas?
¿Se beneficia realmente Ucrania del bombardeo de las refinerías rusas, aunque ello presione sus relaciones con Estados Unidos? Sí, y he aquí por qué.
Como ya se ha mencionado, Ucrania ataca sobre todo a las refinerías de petróleo cuyos productos se dirigen en gran medida al mercado interior ruso. El pasado otoño, Rusia sufrió una importante escasez de combustible en su mercado interno, lo que llevó al gobierno a prohibir temporalmente las exportaciones de gasóleo y gasolina y a aumentar las subvenciones a las empresas. Los continuos ataques de drones ucranianos pueden provocar una situación similar. Además, el funcionamiento eficiente de las refinerías de petróleo es crucial para mantener la eficacia en combate del ejército ruso, que depende en gran medida del gasóleo y la gasolina. Los principales objetivos de Ucrania son obstaculizar el suministro de combustible a las líneas del frente, intensificar la presión sobre los sistemas de defensa antiaérea rusos y mostrar simbólicamente su capacidad para extender el conflicto más cerca de Moscú. Además, se reconoce ampliamente que Ucrania tiene derecho legítimo a responder a Rusia, especialmente si se tiene en cuenta que Rusia ha dañado aproximadamente el 60% de la infraestructura energética de Ucrania en un esfuerzo por desestabilizar la vida en todo el país.
Además, hay ejemplos históricos que subrayan la importancia de estas acciones a la hora de determinar el curso de una guerra. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Gran Bretaña llevaron a cabo una campaña de bombardeos estratégicos contra la infraestructura energética de la Alemania nazi, es decir, contra las instalaciones que le suministraban productos derivados del petróleo, el crudo y la lubricación, lo que contribuyó significativamente a su derrota. Aunque es importante reconocer que la guerra ruso-ucraniana no debe compararse con otros conflictos, la dependencia de Rusia de los recursos energéticos en el campo de batalla sugiere que las lecciones de guerras pasadas podrían ayudar a construir las estrategias actuales.
La Reacción de los Socios Occidentales
Los Estados Unidos
La respuesta de los aliados ucranianos ha sido variada, sobre todo después de que un informe del Financial Times sugiriera que Washington había hecho varias advertencias a Kyiv sobre los ataques ucranianos. En particular, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, en una reunión privada con Volodymyr Zelenskiy, la vicepresidenta Kamala Harris comunicó la postura de la Casa Blanca y desaconsejó atacar refinerías rusas.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy y la vicepresidenta Harris en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero. (Tobias Schwarz/AFP/Getty Images)
En las semanas siguientes, Washington reforzó estas advertencias a través de múltiples conversaciones con Kyiv, incluida una visita en marzo a la capital ucraniana del Consejero de Seguridad Nacional y otros altos funcionarios de defensa e inteligencia de Estados Unidos.
Además, durante la visita del Secretario Antony Blinken a París en abril de 2024, dijo lo siguiente: “Nuestra opinión y nuestra política en relación con Ucrania ha sido desde el primer día hacer todo lo posible para ayudar a Ucrania a defenderse de esta agresión rusa. Al mismo tiempo, no hemos apoyado ni permitido ataques de Ucrania fuera de su territorio”.
Al parecer, Washington ha pedido a Ucrania que ponga fin a los ataques con aviones no tripulados contra las refinerías de petróleo rusas, por temor a una subida de los precios del crudo y a posibles represalias.
A pesar de las sanciones occidentales contra su industria del petróleo y el gas, Rusia sigue siendo un importante exportador mundial de energía. Los precios del petróleo han aumentado aproximadamente un 15% este año, alcanzando los 85 dólares por barril. Desde la perspectiva de la administración Biden, la principal amenaza de esta situación es, sobre todo, el aumento de los precios del combustible en un año electoral. Cualquier descontento con el aumento de los precios podría repercutir negativamente en las elecciones de otoño y en las posibilidades de reelección del presidente en ejercicio. Sin embargo, a pesar de las advertencias de Estados Unidos, parece que Ucrania no ha sido disuadida de continuar su campaña de bombardeos contra las refinerías rusas.
Europa[1]
A diferencia de Estados Unidos, Europa ha adoptado una postura menos crítica. Como ya se ha mencionado, el Reino Unido se comprometió a suministrar a Ucrania 1.000 aviones no tripulados de ataque. Mientras tanto, el primer ministro británico, David Cameron, acaba de anunciar que Ucrania tiene derecho a utilizar las armas suministradas por Londres para atacar emplazamientos dentro de Rusia, afirmando que la decisión de hacerlo corresponde a Kyiv. Se trata de una postura profundamente diferente en comparación con la de Estados Unidos.
“El pueblo ucraniano actúa en defensa propia y consideramos a Rusia el agresor”, declaró el ministro francés de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, durante la visita de Antony Blinken a París.
Tras el prolongado ataque de Rusia a las infraestructuras energéticas, que en abril destruyó la mayor central eléctrica de Kyiv, el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, declaró a la prensa la semana pasada: “Los ucranianos tienen derecho a hacer lo mismo”. Además, el representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia afirmó que “Ucrania tiene derecho a atacar objetivos militares en territorio ruso”.
En general, los que más apoyan las acciones de Ucrania son los Estados de Europa Central y Oriental. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores polaco está convencido de que los ataques con drones de Ucrania están justificados por “todos los objetivos del invasor”, siempre que estas acciones no contravengan el derecho internacional.
Lo anterior sugiere que la principal preocupación de Estados Unidos al apoyar los ataques con drones de Ucrania contra la infraestructura rusa de refinado de petróleo es el posible impacto en la estabilidad del mercado mundial del petróleo. En 2024, es probable que la administración estadounidense evite escenarios impredecibles que puedan influir negativamente en los índices de aprobación del presidente Joe Biden. En cambio, los países europeos no se ven afectados negativamente por estos acontecimientos. Además, consideran que las acciones de Ucrania son una respuesta totalmente legítima y necesaria a los bombardeos rusos en curso, basada en el derecho de Ucrania a la legítima defensa.
¿Por qué Deben Aprovechar el Impulso Estados Unidos y Europa?
Las opiniones de los expertos sobre la eficacia de los ataques con drones de Ucrania a las refinerías de petróleo rusas están divididas: una parte sugiere a Ucrania que preste atención a las posibles implicaciones para el precio mundial del petróleo. Por el contrario, los demás consideran que se trata de un movimiento lógico, aunque es poco probable que dé lugar a grandes cambios estratégicos en la línea del frente. No obstante, Ucrania debería aprovechar cualquier oportunidad para reducir la capacidad de la Federación Rusa para llevar a cabo operaciones militares y mantener su estabilidad interna.
El análisis del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales ofrece argumentos convincentes para demostrar la importancia de los ataques ucranianos con drones como parte de la estrategia colectiva más amplia de Occidente para garantizar una reducción a largo plazo de la influencia mundial de Rusia, especialmente en el sector energético. En primer lugar, las sanciones y la limitación de precios impuestas a las exportaciones rusas de petróleo no han afectado significativamente al sector energético del país. Éste ha logrado superar la mayoría de las consecuencias. Además, dado que China e India se han convertido en los principales importadores de los recursos energéticos rusos, los ingresos rusos se dispararon en 2023, alcanzando un máximo de 320.000 millones de dólares. Un tercio de este dinero se destina a financiar la guerra contra Ucrania.
Por lo tanto, si el Occidente colectivo está dispuesto a recortar las capacidades rusas, debería presionar más para apuntar a las fuentes de ingresos más importantes desde el punto de vista estratégico de Rusia. La situación económica mundial es relativamente estable, y la inflación en todo el mundo es más baja que en 2022 y 2023, lo que hace que el mercado internacional sea más resistente a las consecuencias de una presión más dura sobre Rusia. La producción nacional de petróleo de Estados Unidos ha aumentado desde el estallido de la guerra rusa contra Ucrania, creando una alternativa para la energía rusa, especialmente para los estados europeos.
Garantizar un impacto prolongado y más perjudicial sobre la economía rusa y reducir su capacidad para financiar la guerra contra Ucrania es crucial, sobre todo en 2025, cuando Ucrania podría estar preparándose para una nueva contraofensiva. Las huelgas ucranianas en las refinerías de petróleo son fundamentales para ejercer presión sobre Rusia. El aumento de los precios del combustible y de la inflación en el mercado interior ruso podría desestabilizar significativamente las condiciones internas. En consecuencia, esta dinámica obliga al Kremlin a adoptar diversas medidas, como aplicar restricciones temporales a la exportación de determinados productos petrolíferos, asignar recursos financieros adicionales y absorber las pérdidas de beneficios. Por ejemplo, Rusia ya ha prohibido las exportaciones de gasolina durante seis meses a partir del 1 de marzo.
Conclusiones
En conclusión, el ataque estratégico de Ucrania a las refinerías de petróleo rusas tiene múltiples objetivos, afectando a la estabilidad interna de Rusia y a sus capacidades militares. Al explotar la dependencia de Rusia de sus refinerías de petróleo nacionales y aprovechar estrategias históricas de paralización de la infraestructura energética del enemigo, Ucrania no sólo obstaculiza la eficacia operativa de las fuerzas militares rusas, sino que también desencadena repercusiones económicas dentro de Rusia.
La respuesta internacional, en particular la divergencia entre la cautela estadounidense y el apoyo europeo, pone de relieve las complejidades geopolíticas y los distintos intereses estratégicos. Mientras Estados Unidos sigue receloso ante la escalada de los precios mundiales del petróleo, las naciones europeas, movidas por la proximidad y las preocupaciones inmediatas de seguridad, apoyan más las acciones de Ucrania. Muchos expertos sostienen que Estados Unidos y Europa deberían aprovechar esta oportunidad para debilitar aún más a Rusia, que ha conseguido mantener la estabilidad internamente y sostener su comercio a pesar de las sanciones occidentales. Se sugiere que las economías occidentales, que pueden absorber más fácilmente el impacto del aumento de los precios mundiales del petróleo, están bien posicionadas para aplicar tales medidas. Además, la continuación de la campaña ucraniana dirigida contra las refinerías rusas se considera estratégicamente importante a largo plazo tanto para Ucrania como para Occidente, que deberían fijarse el objetivo de debilitar gradualmente a Rusia y socavar su dominio en el sector energético.
En última instancia, la intensificación de los ataques de drones ucranianos contra las refinerías rusas, aunque no altere el equilibrio estratégico de la guerra de forma inmediata, contribuye a una degradación sostenida del poderío militar y económico ruso. Este enfoque no sólo encarna el derecho de Ucrania a defender su soberanía, sino que también intensifica la presión sobre la dinámica interna de Rusia, aumentando la carga de la guerra.
[1] En el momento de la publicación, la lista de Estados que hicieron una declaración oficial concediendo permiso para utilizar armas de producción propia en el territorio de la Federación Rusa incluye a Suecia, Finlandia, Polonia, Francia, Países Bajos, Canadá, Dinamarca, Alemania, Noruega y Estados Unidos. En contra están Italia y Bélgica. Estados Unidos ha cambiado su política sobre los ataques de Ucrania contra Rusia, pero esto no se aplica a los misiles ATACMS.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados en los documentos publicados en este sitio pertenecen únicamente a los autores, y no necesariamente al Centro de Diálogo Transatlántico, sus comités o sus organizaciones afiliadas. Los documentos están destinados a estimular el diálogo y la discusión y no representan posiciones políticas oficiales del Centro de Diálogo Transatlántico o cualquier otra organización con la que los autores puedan estar asociados