Por Marharyta Hlybchenko
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Puntos clave
- Importancia estratégica: La suspensión de la Iniciativa de Granos del Mar Negro subraya la importancia estratégica de las exportaciones ucranianas de grano en el mercado mundial. La suspensión ha tenido importantes repercusiones económicas, no sólo para Ucrania sino para el mercado mundial, intensificando las presiones inflacionistas y afectando al comercio de productos básicos.
- Impacto humanitario: La suspensión de las exportaciones de grano de uno de los mayores productores del mundo ha agravado la crisis alimentaria mundial, afectando especialmente a los países dependientes de los programas alimentarios de la ONU.
- Maniobras rusas: La implicación de Rusia en la suspensión revela un uso calculado de la dinámica de las exportaciones de grano para perseguir sus propios intereses, influyendo en los precios mundiales del grano y aprovechando su posición en la guerra.
- Resistencia ucraniana: A pesar de la suspensión, la exploración de rutas alternativas y soluciones temporales por parte de Ucrania demuestra su resistencia y determinación para mantener su papel en el mercado mundial de cereales.
- Perspectivas de futuro: Aunque las perspectivas de reactivación del acuerdo original siguen siendo inciertas, continúa la búsqueda de alternativas viables, lo que refleja la naturaleza dinámica del actual panorama geopolítico.
- Implicaciones más amplias: La situación sirve para recordar la interconexión de los sistemas mundiales, donde los conflictos regionales pueden tener amplias repercusiones en la seguridad alimentaria y las relaciones internacionales.

Desde los precios extremos del petróleo hasta la crisis migratoria, la guerra de Ucrania causó graves trastornos en numerosas áreas en todo el mundo. Poco a poco, la comunidad internacional encuentra formas de limitar el impacto de los factores negativos sobre la estabilidad mundial. Sin embargo, la cambiante realidad dificulta la búsqueda de soluciones más o menos duraderas. Como consecuencia, somos testigos de cómo iniciativas en su día aprobadas tropiezan con las circunstancias unos meses después, lo que vuelve a poner el tema sobre la mesa. Entre esos asuntos apremiantes está la exportación de grano ucraniano. En junio, Rusia se retiró de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, poniendo así fin a un acuerdo de un año de antigüedad. Desde entonces, se han celebrado consultas para revisar y valorar las opciones para abordar la cuestión. Decidimos analizar el trabajo de la iniciativa para evaluar las perspectivas de reanudar su labor de un modo u otro.
Notas: Mercado de granos
Analicemos rápidamente las tendencias del mercado de cereales antes y después del inicio de la invasión rusa de Ucrania. A este respecto, se suelen considerar dos grupos de materias primas: los granos propiamente dichos y los fertilizantes. Los granos desempeñan un papel importante en la estabilidad del mercado alimentario porque están en el centro de todas las cadenas de precios. Según la FAO, su escasez es la causante de los mayores niveles de inseguridad alimentaria aguda en 2019-2020. Entre los muchos aspectos que influyen en la fijación de precios en este ámbito, los fertilizantes desempeñan un papel decisivo. El hecho de que en muchos países menos desarrollados las importaciones de fertilizantes prevalezcan sobre la producción provoca una mayor volatilidad del mercado. Los precios de los granos y los fertilizantes ya se han disparado antes de 2022 como consecuencia de los efectos de la pandemia. La situación se ha visto agravada por los extremos del cambio climático, ya que los bajos niveles de producción resultantes de inundaciones y sequías han afectado sobre todo a los países que sufren una grave inseguridad alimentaria.
Tanto Rusia como Ucrania se encuentran entre los 10 principales exportadores de cultivos, siendo Rusia el principal exportador de trigo (con una cuota de alrededor del 14% de las exportaciones mundiales) y Ucrania el principal exportador de aceite de girasol (con una cuota de alrededor del 40% de las exportaciones mundiales). Rusia es también el mayor exportador de fertilizantes, con el gas amoníaco entre las 5 principales mercancías de exportación relacionadas. Rusia es líder mundial en exportaciones de amoníaco, y este gas constituye una parte importante de los ingresos agrícolas rusos, siendo el 4º fertilizante más importante. La infraestructura clave para el transporte de amoníaco es el oleoducto de Togliatti a Odesa, el más largo del mundo. Dejó de funcionar tras el inicio de la guerra. El inicio de la guerra ha determinado los retos generales a los que tendrá que enfrentarse el mercado mundial de alimentos en los próximos años. Mientras Ucrania no puede recoger cosechas al nivel prebélico y mantener un suministro estable de grano, Rusia se enfrenta a limitaciones en sus exportaciones. Para hacer frente a los problemas, hubo que llegar a un acuerdo mutuamente aceptable.

Breve historia del Acuerdo de los Granos
Al principio de la guerra, tras intensos bombardeos de ciudades ucranianas, encarnizadas hostilidades y horas de negociaciones, el Acuerdo sobre los Granos parecía ser uno de los primeros avances tras el 24 de febrero. Se trataba de crear un corredor marítimo humanitario “para facilitar la navegación segura para la exportación de grano y productos alimenticios y fertilizantes relacionados”, y frenar así los precios mundiales de los alimentos. Aunque la tarea principal -activar las exportaciones- era la misma para todas las partes implicadas en las negociaciones, hay que señalar divergencias clave en las posturas de las partes.
Ucrania. Ucrania estaba ansiosa por poner en práctica la idea, ya que más obstáculos en el comercio de cereales habrían destruido la economía ucraniana. Antes de la guerra, la exportación de cereales era una de las fuentes más importantes de ingresos en divisas para el presupuesto del Estado. Dado que la parte de la agricultura en el PIB de Ucrania es la más alta de todos los sectores de la economía (más del 10%), la reducción de las exportaciones de grano conlleva implicaciones precarias, ya que la imposibilidad de exportar las cosechas podría provocar un hundimiento de los precios internos. Russian attacks also had an impact on the readiness of foreign insurance companies to cooperate. To reduce risks, guarantees from Russia had been required. Los ataques rusos también influyeron en la disposición de las compañías de seguros extranjeras a cooperar. Para reducir los riesgos, se habían exigido garantías de Rusia. Sin embargo, ciertos temores dificultaron el avance de las negociaciones. Kyiv se oponía realmente al desminado de sus propios puertos, ya que se creía que, sin garantías suficientes, Rusia podría utilizar este flanco expuesto para atacar a Ucrania desde el mar. Otra cuestión controvertida era el deseo de Rusia de garantizar la presencia de observadores rusos en los puertos ucranianos. Eso podría dar lugar a espionaje y sabotaje.
La ONU. Tras el comienzo de la guerra, los organismos y agencias de la ONU examinaron distintas soluciones para mitigar la crisis. Sin embargo, la creencia clave compartida por el secretario general António Guterres en aquel momento era actuar sin forzar la situación. Más tarde, tras la conclusión del acuerdo, Guterres escribiría en Twitter: “La iniciativa demuestra la importancia de la diplomacia discreta para encontrar soluciones multilaterales”. La razón de la delicadeza con la que se abordó la cuestión fue el papel fundamental de las contribuciones de Rusia y Ucrania a los programas de seguridad alimentaria de la ONU. Por lo tanto, una de las tareas prioritarias de la ONU desde el comienzo de la guerra ha pasado a ser el mantenimiento del apoyo continuo a las operaciones humanitarias en los países con mayor inseguridad alimentaria por ambas partes.
Turquía. En cuanto a Turquía, el establecimiento de la ruta supuso una oportunidad para volver a presentarse como una potencia líder independiente en la región. Durante algunos años, Ankara intentó distanciarse de Occidente. La posibilidad de actuar como uno de los mediadores clave entre Ucrania y Rusia podría mejorar la imagen del país y permitir maniobras (por ejemplo, para eludir las sanciones). Por eso Turquía se convirtió en un defensor crucial del acuerdo. También explica por qué Turquía está tan desesperada por revivir el trabajo del corredor tal y como era (incluyendo a Rusia como parte del documento).
Rusia. Rusia fue el primer país que visitó Guterres para proponer la idea de un corredor humanitario. Obtener el consentimiento de Putin era vital para que el acuerdo fuera firmado tanto por Moscú como por Kyiv. Desde el principio, Rusia se mostró favorable al acuerdo si se cumplían ciertas condiciones. La posición de Rusia durante las negociaciones se analiza en la siguiente sección del artículo.

en el Centro de Coordinación Conjunta (CCM).
Fuente: ONU
Al final, la Iniciativa del Acuerdo de Granos fue el resultado de los esfuerzos de terceras partes. La iniciativa adoptó la forma de dos acuerdos separados (Ucrania/Turquía/Naciones Unidas y Rusia/Turquía/Naciones Unidas). Las partes se negaron a considerar como condiciones una tregua temporal y el desminado de determinados puertos. En su lugar, se estableció en Estambul el Centro de Coordinación Conjunta (formado por representantes de Ucrania, Rusia y Turquía) para supervisar las rutas de carga y realizar inspecciones.
El acuerdo concluido tenía algunas limitaciones. Debido a los constantes bombardeos rusos, la lista de puertos disponibles se limitaba a tres ciudades de la región de Odesa (Odesa, Chornomorsk y Yuzhne), excluyendo el segundo mayor puerto marítimo de Ucrania: Mykolaiv. Las sugerencias de Ucrania de añadir Mykolaiv a la iniciativa se encontraron con la reticencia de Rusia. Además, el acuerdo carecía de un mecanismo de ejecución y se basaba en la palabra de honor (lo que hacía que la aplicación del tratado dependiera esencialmente de las decisiones de Rusia). Así pues, el acuerdo se consideró provisional. Para subrayar su poder de incumplirlo en cualquier momento, Rusia lanzó un ataque contra la infraestructura portuaria de Odesa al día siguiente de la firma del acuerdo.
Cambio de mentalidad de Rusia
La Iniciativa de Granos del Mar Negro se elaboró para que fuera mutuamente ventajosa. Aunque la atención suele centrarse en el beneficio de Ucrania, no hay que pasar por alto los beneficios, tanto materiales como inmateriales, obtenidos por Rusia.
En términos de imagen, el acuerdo impulsó la percepción positiva de Rusia, especialmente entre las naciones en desarrollo. Inicialmente, Rusia interpretó la Iniciativa del Mar Negro como una concesión por su parte, es decir, un gesto de buena voluntad. Esta interpretación brindó a Moscú la oportunidad de hacer más tangibles sus reivindicaciones relativas a la preocupación por el bienestar de los Estados con menor seguridad alimentaria.
Además, el periodo de validez del documento permitió mantener a Ucrania, por así decirlo, atada, lo que encendió la inestabilidad de la exportación ucraniana de granos. Otro beneficio obtenido es la ventaja de una auténtica competencia entre Rusia y Ucrania, típica de antes de la guerra. La participación en las inspecciones de buques brindó a Moscú la oportunidad de frenar las exportaciones ucranianas y, al mismo tiempo, ocupar con su grano un espacio libre en los principales mercados lejanos.

Además, el mismo día en que se concluyó la Iniciativa de Granos, Rusia firmó un Memorándum de Entendimiento con la Secretaría de las Naciones Unidas sobre la promoción de los productos alimentarios y fertilizantes rusos en los mercados mundiales. Más tarde Rusia declararía la interdependencia de los documentos. De hecho, el Memorándum estaba relacionado con la Iniciativa del Mar Negro mediante disposiciones concretas: la facilitación de las exportaciones ucranianas a través de los puertos era uno de los puntos enumerados. Sin embargo, el principal valor del instrumento era el compromiso de la ONU de facilitar la exportación sin trabas de alimentos desde Rusia. Dado que ni Estados Unidos ni la UE han impuesto sanciones a los productos agrícolas rusos desde febrero, los esfuerzos de mediación de la ONU se dirigieron principalmente a la eliminación y mitigación de los impedimentos logísticos y financieros y a la reanudación de las obras del oleoducto de amoníaco “Togliatti – Odesa”.
Casi inmediatamente después de iniciar el acuerdo, Moscú lanzó una campaña para socavar la reputación de Ucrania a nivel internacional. Rusia utilizó dos notables relatos:
- La cantidad de grano que exporta Ucrania no es crítica para resolver la crisis alimentaria mundial;
- Ucrania ha engañado a “todo el mundo” (a Rusia y los Estados más pobres) y ha comercializado una iniciativa inicialmente humanitaria junto con Occidente.
Estos puntos no reflejan la realidad. Según las estimaciones del PMA, Ucrania alimentó a unos 400 millones de personas con sus suministros. Además, cabe mencionar que el volumen real de exportación para el periodo 2022-2023 en el marco de la Iniciativa del Acuerdo de Granos pareció ser inferior al previsto debido a las interrupciones causadas por el ejército ruso. Rusia obstaculizó el trabajo del corredor (por ejemplo, ralentizando y retrasando las inspecciones).
En cuanto a la segunda afirmación, merece la pena mencionar varios puntos. El término “corredor marítimo humanitario” implica un nexo seguro y la prohibición del fuego directo. No excluye el paso de buques mercantes neutrales. Por lo tanto, el uso de este corredor con fines comerciales no es una violación del derecho internacional – de hecho, incluso los rusos han aceptado previamente organizar el paso seguro desde los puertos de Ucrania para los buques mercantes en el marco del corredor mencionado.
Por eso, las reclamaciones relativas a la comercialización del corredor son irrelevantes. Asimismo, el destino final no se determinó como requisito decisivo para calificar el corredor de “humanitario” cuando se redactó el tratado. Aunque, en términos generales, Ucrania ha dedicado una parte adecuada de sus exportaciones a los países menos desarrollados. Según los datos de la ONU, Ucrania exportó el 57% de su grano a naciones en vías de desarrollo, y estas cifras incluyen el 20% de las exportaciones a países de renta baja y media-baja. Más tarde, el Presidente Zelenskyi anunció un programa especial “Granos de Ucrania” como programa alimentario humanitario independiente dirigido específicamente a los países menos seguros de África. La idea que subyace a ambos relatos es desacreditar los esfuerzos de Ucrania y utilizar su dañada imagen como trasfondo favorable para las acciones y la reputación de Rusia.

El 1 de junio, poco antes de que venciera el plazo para la prórroga del Acuerdo del Mar Negro, Rusia anunció que bloquearía el registro de buques en el puerto de Yuzhne hasta que se reanudaran las exportaciones de amoníaco a través del oleoducto Togliatti-Odesa. En una semana, el 7 de junio, el mismo oleoducto fue destruido. Este incidente aumentó la tensión entre ambas partes, que se acusaron mutuamente de haberlo volado. En vísperas de otra fecha de caducidad, el 17 de julio, el Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo un nuevo ataque contra el puente de Crimea, símbolo del dominio ruso en la península. En la misma fecha, Rusia anunció su retirada del tratado. Curiosamente, la explosión en el puente de Crimea no se mencionó como una de las razones declaradas. En su lugar, las declaraciones rusas se centraron en el “fracaso total” de la ONU y Occidente, como los calificó Putin, en el cumplimiento de sus obligaciones con Rusia.

del ataque ruso a Odessa el 19 de julio de 2023.
Fuente: Ministerio del Interior de Ucrania
Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de Rusia de que el acuerdo sobre cereales no parecía beneficiarle en absoluto, las cifras demuestran lo contrario. A diferencia de Ucrania, cuyos ingresos por exportaciones agrícolas disminuyeron un 15%, los de Rusia ni siquiera se estancaron. Según el Centro de Agroexportación del Ministerio de Agricultura ruso, aumentaron un 18%. La verdad es que, desde el principio, los rusos percibieron el tratado como un instrumento oculto de manipulación. La terminación del tratado se utilizaba habitualmente para chantajear a Ucrania y como forma de conseguir nuevas apuestas durante las negociaciones, en lugar de para tomar una decisión constructiva basada en estadísticas. En esta ocasión, Putin anunció nuevas prioridades justo después de la terminación del tratado: la reanudación del oleoducto de amoníaco Togliatti-Odesa y la reconexión de los bancos rusos a SWIFT. La primera aumentaría los ingresos rusos por la venta diversificada de fertilizantes, la segunda posiblemente socavaría las sanciones de la UE.
Ya el 18 de junio, Rusia atacó masivamente Odesa con drones e inició un bloqueo para lograr esas concesiones. El 19 de julio se produjo el primer ataque contra la infraestructura portuaria de la ciudad después de mucho tiempo.
¿Cuál será el próximo paso? Alternativas
No es la primera vez que Rusia rescinde un tratado (después de todo, este mecanismo sirvió de base), sin embargo, es la primera vez que Moscú rescinde este acuerdo en particular no como un farol. Mientras continúan los intentos de revivir el tratado, se han buscado alternativas. La reactivación de la Iniciativa de Granos a expensas de la revisión de los puntos de cooperación entre Occidente y Rusia está respaldada principalmente por la ONU y Turquía. Incluso se sospecha que la ONU está llevando a cabo negociaciones secretas con Rusia. Según BILD, que publicó información supuestamente filtrada, la ONU sugirió volver a conectar los bancos rusos a SWIFT, asegurar los barcos rusos contra los ataques ucranianos, descongelar los activos congelados y facilitar el acceso de los barcos rusos a los puertos de la UE en el contexto del comercio agrícola. Estos esfuerzos desesperados por renovar el tratado pueden explicarse por su importancia con respecto a los programas alimentarios de la ONU: sólo en 2023, la Iniciativa permitió a Ucrania suministrar trigo al PMA, lo que supuso alrededor del 80% del suministro total de trigo del PMA. Sin embargo, Ucrania dejó claro que nunca aceptaría condiciones filtradas, mientras que la UE ya ha negado la posibilidad de volver a conectar los bancos rusos a SWIFT hasta que termine la guerra.
Las rutas de tránsito a través de Polonia y Rumanía figuraron entre las primeras rutas de sustitución sugeridas que funcionaban antes de la iniciativa del Mar Negro. El funcionamiento de los citados pasos recibió un gran apoyo de la UE: en primavera dio los primeros pasos para levantar todos los aranceles y cuotas a los productos agrícolas ucranianos e ideó el Plan de Acción de las Vías Solidarias para desarrollar las infraestructuras de transporte. Durante los primeros meses de la guerra, estas decisiones contribuyeron a mitigar la crisis económica interna de Ucrania, ya que ofrecían el camino de Ucrania a los puertos europeos. Sin embargo, tras varios meses de trabajo, los primeros agricultores europeos descontentos empezaron a expresar sus preocupaciones. La decisión de levantar las restricciones a las exportaciones ucranianas en el marco de la política instantánea de arancel cero de la UE, acompañada de especulaciones sobre el abaratamiento de los productos ucranianos, provocó un breve periodo de adaptación de los mercados de los países vecinos. El agravio alcanzó su punto álgido cuando Polonia y Hungría impusieron restricciones unilaterales a las exportaciones ucranianas, seguidas de la misma medida en nombre de Eslovaquia, Bulgaria y, más tarde, Rumanía. Para resolver el problema, la Comisión Europea tuvo que imponer “medidas excepcionales de salvaguardia” a la exportación ucraniana de “productos sensibles” (trigo, maíz, colza, semillas de girasol) a los Estados vecinos. Para evitar la acumulación de productos agrícolas en esos países, la UE introdujo una normativa que sólo permite el tránsito directo a través de cinco Estados miembros fronterizos. Para paliar la crisis, Ucrania ya ha introducido la concesión de licencias para sus exportaciones de grano a cinco países y, junto con Polonia y Lituania, ha acordado transferir el control de la carga agrícola de la frontera ucraniano-polaca a un puerto lituano para reducir la presión sobre la capacidad de transferencia polaca.

El impacto perjudicial de las exportaciones ucranianas en la economía de los países vecinos parece convertirse en un sólido obstáculo que impedirá fomentar la labor de los corredores de cereales en el futuro. Dado que Ucrania se esfuerza por aumentar las exportaciones desde los puertos europeos, el problema de dónde almacenar enormes cantidades de grano sigue siendo relevante. Aunque la UE ya ha levantado las restricciones en determinadas condiciones, Polonia, Hungría y Eslovaquia han ampliado el embargo. La situación sigue siendo tensa, ya que Ucrania ha presentado una queja ante la OMC contra esos Estados.
Los países de la UE sugirieron un par de ideas más, en concreto las rutas del Báltico y los Balcanes. Sin embargo, logísticamente esas rutas se consideran más costosas y menos beneficiosas. Los puertos sugeridos tienen poca capacidad de tránsito y, por tanto, no pueden cubrir totalmente la demanda.
Una de las rutas alternativas más prometedoras reconocidas por Estados Unidos y Ucrania es la llamada ruta del Danubio a través de los puertos de Rumanía. No sólo es la mejor opción para el transporte desde los puertos ucranianos a los rumanos, sino que también es bien acogida por Rumanía. La ruta del Danubio ya se ha convertido en la principal vía de exportación para Ucrania. Sin embargo, quedan varios problemas por resolver. En primer lugar, el constante bombardeo ruso de los puertos ucranianos dificulta la exportación de grano a través de ellos. Esto provoca no sólo la reducción de los posibles transbordos, sino también el retraso en las llegadas y salidas. En segundo lugar, la capacidad de tránsito sigue siendo insuficiente. Además, los principales puertos ucranianos del Danubio, Izmail y Reni, no participaban en una parte significativa del comercio antes de la guerra y, por lo tanto, están menos desarrollados que Odesa (por ejemplo, tienen un menor número de silos). En tercer lugar, el Danubio es un río estrecho, por lo que no está pensado para el comercio regular intensivo ni para albergar grandes buques. El agravante es que, debido a las condiciones meteorológicas extremas, el nivel de las aguas del Danubio disminuye. En conjunto, estos hechos ralentizan la navegación y limitan la capacidad de paso de los barcos.
¿Puede Ucrania hacerlo sola?

Es importante mencionar que, desde la terminación del acuerdo del Mar Negro, Ucrania estaba decidida a continuar la labor del corredor de cereales sin Rusia. Así, en consulta con la Organización Marítima Internacional (OMI), el país empezó a idear un corredor alternativo en el Mar Negro para los buques mercantes. La puesta en marcha del corredor se anunció en agosto y, a pesar de las preocupaciones, ya se han producido varios casos de evacuación con éxito de buques bloqueados en el puerto ucraniano desde el 24 de febrero. Además, los primeros buques civiles pasaron por el corredor temporal hacia el puerto de Chornomorsk en septiembre. Tras los casos mencionados, algunos países occidentales ofrecieron su ayuda para garantizar el funcionamiento del corredor. En concreto, la aseguradora inglesa Lloyd’s of London ha ideado estrategias para cubrir el paso de buques cerealeros, mientras que Alemania ha prometido suministrar sistemas de defensa antiaérea para proteger los corredores cerealeros. Ese mismo mes, Ucrania propuso a Turquía y Rumanía establecer un nuevo marco de trabajo para el corredor sin Rusia.
Sin embargo, aunque el número de buques que han pasado por el nuevo corredor ha aumentado gradualmente (a 24 de octubre, 45 buques ya han utilizado esta vía, y 25 buques han transportado con éxito mercancías entre puertos ucranianos y extranjeros), esta iniciativa aún no se ha generalizado debido a la falta de voluntad de los buques extranjeros para operar sin suficientes garantías de seguridad por parte de Rusia. Además, debido a la inestabilidad de la situación de seguridad, las tarifas de los seguros siguen siendo elevadas.
Todas las opciones mencionadas tienen algo en común que las convierte en alternativas inciertas: no incluyen a Rusia como garante. Todos los intentos de Turquía, la ONU y Estados Unidos por reanudar la iniciativa del grano rubricada en 2022 indican que no quieren que Rusia quede aislada. De hecho, se esfuerzan por llevarla de nuevo a la mesa de negociaciones.
Conclusiones
En conjunto, la Iniciativa de los cereales ha durado más de un año y ha demostrado su eficacia. Es fundamental no sólo para aliviar el hambre y reducir los precios, sino también para mantener en pie la economía ucraniana. Aunque se presentaron varias propuestas que ofrecían rutas alternativas, la mayoría de ellas presentan notables inconvenientes en comparación con el Grain Deal. La exportación ucraniana parece ser una cuestión compleja, en cuya solución influyen considerablemente los intereses de los Estados vecinos. En general, parece que para aumentar la confianza de los empresarios y Estados extranjeros en la seguridad de los pasos humanitarios, es muy deseable el acuerdo de Moscú para el paso de los buques. Por eso, la renovación del acuerdo existente con revisiones específicas es más preferible que la nueva propuesta de Ucrania.
En cuanto a Rusia, lo más probable es que siga percibiendo los envíos de grano como una herramienta de manipulación. Moscú trata de minar la confianza en Ucrania manipulando hechos y cifras, al tiempo que pone muchos radios en las ruedas de Kyiv para debilitarla. Putin conoce el precio de su aprobación de las rutas y, por tanto, las ve como una oportunidad para conseguir mejores condiciones para el país. Por lo tanto, es poco probable que Rusia abandone la idea de los pasos comunes en el futuro, ya que perder una baza como ésta sería un desperdicio. Así pues, se demanda la reanudación del corredor marítimo de trabajo estable coordinado tanto por Rusia como por Ucrania, y los siguientes acontecimientos dependen de la determinación de los países de volver a este formato.
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