Por Dulce María Hernández Márquez, Daryna Sydorenko
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Puntos clave
- Influencia extendida: La popularidad de los medios de comunicación rusos en América Latina se ve subrayada por los millones de seguidores que han cosechado. Actualidad RT y Sputnik Mundo han acumulado un gran número de seguidores en las redes sociales, modificando las percepciones del público y configurando una parte significativa del panorama mediático de la región.
- Proliferación de narrativas: La propaganda rusa emplea una serie de grupos de relatos, entre ellos los de la opresión de la minoría rusa en Ucrania, la intolerancia de otras nacionalidades y la presentación de Occidente como agresor en Ucrania. Estos relatos pretenden desacreditar a Occidente y fomentar la desconfianza entre el público latinoamericano.
- El papel de Telesur: El canal de noticias latinoamericano también se ha unido a las filas de los proveedores de desinformación, alineándose con la narrativa rusa. Su papel se suma a la complejidad del panorama de la desinformación en la región.
- Desafíos para contrarrestar la influencia: A pesar del amplio alcance de los medios de comunicación rusos en la región, los gobiernos de América Latina se han abstenido en gran medida de intervenir, siendo Uruguay una notable excepción. La reticencia a adoptar una postura firme en la guerra y una percepción negativa profundamente arraigada de la censura de los medios de comunicación permiten que prospere la propaganda rusa y complican aún más los esfuerzos para contrarrestar su influencia.
Tras recorrer miles de kilómetros, la propaganda rusa ha llegado a una tierra de oportunidades donde su desinformación ha sido bien recibida. En los últimos años, los medios rusos Actualidad RT/RT en Español y Sputnik Mundo se han inmiscuido en el espacio mediático latinoamericano. Estas agencias de noticias se encargan de compartir desinformación, noticias que omiten de manera intencionada información crucial y propaganda del Kremlin.
Esta intrusión lleva años gestándose desde que los medios rusos encontraron un interés común que podían explotar para entrar en la región, no sólo por sí mismos sino también con la ayuda de agencias y gobiernos locales. La narrativa rusa de noticias falsas, desinformación, victimización y asignación de culpas a todos menos a ellos mismos está creciendo sin parar en América Latina.
El alcance ruso: Actualidad RT y Sputnik Mundo
Actualidad RT es el más popular de estos medios, ya que cuenta con la mayor audiencia en Facebook – alrededor de 17 millones de seguidores-, que supera a las redes españolas de otros medios internacionales como CNN o BBC. Además, la página de RT en Twitter es seguida por 3,5 millones de personas y su perfil en Instagram por 1,1 millones. Por su parte, Sputnik Mundo tiene una audiencia menor, con 624.000 seguidores en Facebook y 168.000 en Twitter.
Además de estas plataformas tradicionales, los rusos han sabido diversificar sus medios, como en el caso de ¡Ahí les va!, un informativo propiedad de Actualidad RT. Este informativo tenía un canal en YouTube con más de un millón de suscriptores, pero fue cerrado el 1 de marzo de 2022. En ese momento, Google bloqueó el acceso a todas las cuentas derivadas de las agencias de noticias Russia Today y Sputnik News “para detener la propagación de la desinformación y desbaratar las campañas de desinformación en línea”, según Kent Walker, presidente de Google Global Affairs.
Sin embargo, el programa se trasladó a su propio sitio web, donde sigue emitiendo nuevos vídeos con regularidad. Según su descripción, el programa presenta “información, pero con algo de humor. Humor, pero con mucha información”, pero en realidad se trata de un noticiario sin mucha seriedad que utiliza RT en Español como fuente.
El discurso de Russia Today
Uno de los episodios de Ahí les va se titula “Ataque al puente de Crimea: una noticia con casi tres siglos de Contexto”. El vídeo, de 9:30 minutos de duración, comienza con la intención de comentar un ataque en el puente de Crimea, durante el cual se dice que el gobierno ucraniano mató a 2 civiles. Sin embargo, el presentador menciona el ataque sólo durante los dos primeros minutos y luego procede a explicar el conflicto histórico de Crimea y sus implicaciones geopolíticas. Creando una narrativa conveniente para Rusia.
En primer lugar, el presentador menciona cómo los rusos llegaron a Crimea después de los otomanos y los tártaros. A lo largo de todo el reportaje, hace mucho hincapié en que los rusos son la mayoría de la población de la península. En esta narración, el programa no menciona que Rusia reconoció la integridad territorial de Ucrania en 1991, confirmando así la pertenencia de Crimea. Con su anexión ilegal, Rusia violó el derecho internacional. Aunque la mayoría de los habitantes fueran étnicamente rusos, eso no les daba derecho a anexionarse el territorio por la fuerza. Además, desde el dominio imperial ruso y posteriormente soviético sobre Crimea, el gobierno modificó drásticamente la composición étnica de la península. Entre otras herramientas, se utilizaron las deportaciones masivas de pueblos indígenas y el reasentamiento de la población rusa en Crimea.
A continuación, el presentador también menciona que justo antes de 2014, algunos “movimientos nacionalistas ucranianos” en Crimea “declararon que no había lugar para diferentes grupos étnicos en su territorio”. Según el vídeo, los “nacionalistas” argumentaron que no podían coexistir y que tenía que haber un grupo superior, y el otro debía marcharse. Por lo tanto, según él, la población rusa de Crimea puso fin a ser ignorada y se “reunificó con Rusia”, y -los anfitriones hicieron hincapié en cómo- al contrario que en el Donbas, no hubo violencia, sólo algunos enfrentamientos esporádicos. Sin embargo, más adelante menciona que lo ocurrido en Crimea podría haber tenido una solución pacífica, pero “Occidente” no lo quiso así. Así pues, en el mismo discurso, el anfitrión utiliza afirmaciones contradictorias: tanto que la anexión de Crimea fue violenta como que no lo fue.
No es una historia nueva
El episodio se correlaciona idealmente con al menos tres grupos de narrativas que la maquinaria propagandística rusa emplea regularmente para encubrir las acciones del país en relación con Ucrania. En particular, el episodio “Ataque al puente de Crimea” hace referencia a los mensajes de opresión de la minoría rusa en Ucrania y a “ataques de grupos nacionalistas violentos”, que pretenden formar creencias sobre el desplazamiento ilegal y violento de todo lo ruso en Ucrania. También menciona “la agresión de Occidente contra Rusia en territorio ucraniano”. Estos mensajes pretenden presentar a Occidente, liderado por Estados Unidos, como un explotador de Ucrania y una amenaza para el orden mundial, así como formar la desconfianza pública hacia Occidente y la dominación rusa.
Vea a continuación los otros grupos clave de relatos y analice con qué frecuencia los ve en las secciones de comentarios que siguen a las noticias sobre la situación en Ucrania. Por la frecuencia de sus menciones, es fácil determinar el éxito de la infiltración de opiniones favorables a Rusia en la población de la región latinoamericana.
Ahí les va: La controversia
La suspensión de sus redes sociales no ha sido el único problema al que se ha enfrentado Actualidad RT, que también ha tenido que hacer frente a la dimisión de la subdirectora de Ahí les va, Inna Afinogenova. La rusa, residente en Madrid, se ha declarado periodista independiente, compartiendo noticias en su propio canal de YouTube, así como en medios españoles. Sin embargo, su atención se centra principalmente en América Latina, donde vive la mayor parte de su audiencia.
En su canal, Afinogenova ha compartido que no está de acuerdo con la guerra provocada por su país y que “no va a hacer propaganda de guerra”. Sin embargo, la periodista tampoco ha mostrado su apoyo o simpatía por Ucrania. De hecho, sus vídeos están llenos de mensajes contradictorios sobre la guerra.
“No voy a estar de acuerdo con una guerra que afecta a la población civil de mi país, pero tampoco con una que afecte a países tan lejanos y desconocidos como Irak, Afganistán, Libia, Yemen, Sudán o Palestina. Y me da igual si es Estados Unidos, Francia, Israel, Ucrania sobre la propia Ucrania, que es lo que llevan haciendo años, o Rusia la que lanza bombas”.
Su mensaje podría parecer una proclamación de neutralidad y una denuncia de la hipocresía de otros Estados, pero en realidad es un cliché de la propaganda rusa. Si miramos más de cerca, menciona el ataque de “Ucrania contra la propia Ucrania”, que alude a la “guerra civil” ucraniana en Donbás. Se trata de otra narrativa creada para encubrir las actividades de las fuerzas y tropas especiales rusas que, según la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA), participaron activamente en la movilización, dirección y equipamiento de las milicias separatistas en la región de Donbás desde la primavera de 2014 hasta la actualidad.
Con más de 230 mil seguidores en YouTube y participación en medios españoles como Público, La Base, Caras y Caretas, y Canal Red, Inna sigue teniendo gran relevancia y alcance en la región latinoamericana.
Actualidad RT fue el ganador de la Copa Mundial de la FIFA 2018
Según los especialistas, los medios de comunicación rusos llegaron a América Latina compartiendo noticias que no estaban relacionadas con la política, sino que se centraban en los intereses especiales de la población. En 2021, Vladimir Roudinski, del Instituto de Políticas Públicas Jack D. Gordon de la FIU, publicó un artículo titulado “La comunicación estratégica de Rusia en América Latina y el Caribe”. En dicho artículo, Roudinski califica a RT como “un canal oportunista” así como menciona que “los medios rusos incluyen constantemente en su transmisión noticias y reportajes políticamente no relacionados como informativos sensacionalistas”. Por lo tanto, con esta estrategia, sus canales conseguirían “nuevos seguidores que de otro modo no estarían interesados en obtener información de RT o Sputnik”.
Por su parte, Mario Morales, profesor de Comunicación de la Universidad Javeriana de Colombia, dijo en entrevista con DW que “Rusia aprovechó la Copa Mundial de la FIFA 2018 para irrumpir con sus medios en América Latina” y de esta manera “Moscú utilizó un evento aparentemente desprovisto de ideología para presentar a RT como una alternativa no contaminada por propaganda política o intereses ideológicos o gubernamentales.”
Actualidad RT aprovechó la afinidad latinoamericana por el fútbol para ganar una gran audiencia en la región, por ejemplo, para simpatizar con el público RT contrató a Carlos “El Pibe” Valderrama, uno de los futbolistas más famosos de Colombia y Sudamérica para presentar y comentar los eventos del Mundial 2018 para las audiencias latinoamericanas. Los medios rusos aprovecharon el evento de la FIFA como una oportunidad, que les serviría aún más tras su suspensión en la Unión Europea.
Telesur, el medio de comunicación infiltrado en América Latina
Telesur es un canal de noticias de televisión multiestatal latinoamericano con sede en Caracas, Venezuela, que opera desde 2005 y fue fundado por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela. El canal está financiado por los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba; en 2016 perdió la financiación de Argentina y en 2020 la de Uruguay. Desde 2014 el canal también tiene su página web y emite en inglés.
El canal venezolano ha recibido muchas críticas por realizar propaganda chavista y modificar las noticias a conveniencia de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Ahora también se ha encargado de tergiversar las noticias que comparte sobre la guerra rusa contra Ucrania.
No es de extrañar que los medios estatales venezolanos, que también cuentan con el apoyo financiero de Nicaragua y Cuba, publiquen noticias defendiendo la posición rusa en la guerra, señalando a Ucrania como villana y victimizando a Rusia. Estos países ya habían apoyado las acciones agresivas del gobierno ruso antes, en 2014, cuando votaron en contra de la Resolución de la AG de la ONU comprometida a apoyar la integridad territorial de Ucrania ante los “resultados” de un referéndum ilegal convocado para legitimar la anexión rusa de la península. En el catálogo de Telesur se pueden encontrar noticias carentes de información importante para el contexto completo de un acontecimiento y con una posición muy parcial similar a Actualidad RT y Sputnik Mundo.
A pesar de no tener tanto alcance en las redes sociales como los informativos rusos, Telesur está consolidada en la región y cuenta con una gran audiencia en los medios más tradicionales. El canal de noticias se emite en la televisión pública de Venezuela, Nicaragua y Cuba, y se transmite por señal de satélite en todos los países de América Latina, además de estar presente en regiones de Europa, Norte de África y Oriente Medio.
La cadena venezolana ha aprovechado su carácter latinoamericano y la gran audiencia que ha logrado a lo largo de los años para compartir sus noticias con afinidad rusa. Esto es algo que los medios rusos han intentado, pero ciertamente no han conseguido. Sin embargo, el intento no ha sido una competición entre ellos, ha sido un trabajo en equipo. Todos estos medios se han encargado de compartir la misma propaganda rusa, incluso con el apoyo de gobiernos latinoamericanos.
Frenar la desinformación de los medios rusos en la región
En 2022, al inicio de la guerra, se produjo una suspensión masiva de medios estatales rusos en la Unión Europea y Canadá, así como de sus páginas y canales en diversas plataformas internacionales como redes sociales y empresas internacionales de televisión por satélite. Sin embargo, esto no ha ocurrido en América Latina, o al menos en su mayoría.
De esta manera, los únicos esfuerzos de censura que se han dado en la región han sido realizados por redes como YouTube a los canales de Actualidad RT, Sputnik Mundo, Ahí les va, etc., y redes sociales como Facebook e Instagram, que han reducido su alcance, según comparten los mismos medios. Pero esto no ha ocurrido por parte de los gobiernos, salvo el caso de Uruguay.
El 1 de marzo de 2022, siguiendo los pasos de la Unión Europea, la Administración Nacional de Telecomunicaciones de Uruguay anunció la suspensión de la transmisión de la señal Actualidad RT en la plataforma online ANTEL TV. Esta decisión ha sido duramente criticada por “atentar contra la libertad de expresión” y porque “es necesario conocer la perspectiva rusa de la guerra”.
América Latina se encuentra en una posición extraña en lo que respecta a la libertad de expresión. En esta región, la censura de los medios de comunicación ha ido de la mano de los gobiernos totalitarios y las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX. Hoy en día, el periodismo es una carrera de alto riesgo, con periodistas perseguidos, exiliados e incluso asesinados. Los recuerdos de esta censura y de las revoluciones que surgieron contra ellos siguen muy presentes en el público latinoamericano, por lo que las audiencias son muy reacias a la censura de los medios de comunicación. La obstrucción de los medios de comunicación todavía se percibe como un truco sucio del gobierno para ocultar las noticias, aunque sea a medios que comparten información falsa o distorsionada.
Conclusiones
La propaganda rusa se ha extendido en América Latina. Millones de personas se entusiasman con las publicaciones de Actualidad RT y Sputnik Mundo en las redes sociales, muchos otros sintonizan Telesur desde sus televisores y todos ellos consumen noticias falsas, desinformación y todo lo que le conviene al gobierno ruso. Hace unos años, los medios rusos aprovecharon la pasión latinoamericana por el fútbol para ganar una gran audiencia en la región, y han sabido sacar provecho de ello desde el inicio de la guerra. Los medios rusos se han ganado una gran posición entre el público, y será difícil arrebatarles ese lugar.
Uruguay siempre va a la cabeza en América Latina; tiene mucho carácter ser el único país que hasta ahora ha hecho algo contra la desinformación y las noticias falsas. Por otro lado, es poco probable que los demás gobiernos de América Latina cierren los medios rusos en masa, y si lo hacen, la desinformación rusa volverá a encontrar su camino en la región, ya sea a través de Telesur o buscando otros medios que prometan ofrecer noticias imparciales cuando en realidad no es así. La desinformación debe combatirse de otra manera.
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