La estrategia de Ucrania si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca

Por Anna-Mariia Mandzii

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Conclusiones clave

  • Posible nominación de Trump: A pesar de enfrentar numerosas acusaciones, Donald Trump es un probable candidato del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, lo que prepara el escenario para una posible revancha con Joseph Biden.
  • Implicaciones para Ucrania: El mandato anterior de Trump y la retórica de campaña actual, que se inclina hacia el aislacionismo y una postura controvertida sobre Ucrania, plantean desafíos importantes para las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania. Sus promesas de poner fin a la guerra ruso-ucraniana sin estrategias claras plantean preocupaciones sobre el futuro del apoyo estadounidense a Ucrania.
  • Autonomía de seguridad europea: La presidencia de Trump podría conducir a una disminución de la presencia militar estadounidense en Europa, lo que instaría a las naciones europeas a reforzar su autonomía de seguridad y sus capacidades de defensa, lo que afectaría indirectamente el panorama de estabilidad y seguridad de la región.
  • Necesidad estratégica de Ucrania: ante la posibilidad inminente de una reducción de la ayuda estadounidense, Ucrania debe intensificar sus esfuerzos diplomáticos y buscar mecanismos de apoyo alternativos, especialmente de socios europeos. Esto es crucial para mantener las capacidades de defensa de Ucrania contra la agresión rusa.
  • Implicaciones económicas y ayuda militar: Los beneficios económicos potenciales para Estados Unidos del apoyo a Ucrania, incluidas las ganancias para la industria militar estadounidense, subrayan la compleja interacción de los intereses económicos y la política exterior.
  • Diplomacia pública y comunicación: Independientemente del resultado de las elecciones estadounidenses, Ucrania debe priorizar la comunicación efectiva tanto con los funcionarios estadounidenses como con el público para fomentar la comprensión y el apoyo a la situación y las necesidades de Ucrania.
  • Percepción global del liderazgo estadounidense: Las acciones y políticas del presidente estadounidense, especialmente en relación con Ucrania y la seguridad europea, influyen significativamente en la percepción global de Estados Unidos como defensor de la democracia y la estabilidad internacional.

El presidente Donald Trump habla en la manifestación “Save America March” en Washington D.C., el 6 de enero de 2021. Fuente: Tayfun Coskun/Anadolu Agency via Getty Images

La campaña electoral en Estados Unidos se encuentra actualmente en la fase de primarias. Aún así, ya se puede asumir que los candidatos más probables para las elecciones generales de noviembre de 2024 serán Joseph Biden, del Partido Demócrata, y Donald Trump, del Partido Republicano. El hecho de la futura nominación de Biden es casi indiscutible, mientras que existen algunas dudas sobre Trump. A pesar de la ventaja del ex presidente en las primarias republicanas, aún se enfrenta a 91 acusaciones relacionadas con el intento de anular el resultado de las elecciones de 2020, el almacenamiento de archivos clasificados en su residencia de Florida y otros delitos. Aun así, Trump va camino de asegurarse el número necesario de delegados para la próxima nominación del Partido Republicano, por lo que solo la evolución de las acusaciones penales contra el expresidente podría impedirlo.

En general, el resultado más probable es una revancha entre Trump y Biden en las elecciones presidenciales de 2024. Por el momento, Trump lidera las encuestas de opinión pública. Sin embargo, el resultado final no es tan fácil de predecir, ya que el margen es muy insignificante, y la situación puede cambiar drásticamente durante 2024. No obstante, Ucrania debería estar preparando ya una estrategia para su futura cooperación con Estados Unidos, que es actualmente el aliado clave de Ucrania y cuya ayuda militar y financiera define la capacidad de Ucrania para enfrentarse a Rusia en el campo de batalla.

I. La Presidencia de Trump en 2016-2020

La presidencia de Trump en 2016-2020 estuvo marcada por una multitud de escándalos, aunque salpicada por algunos acontecimientos positivos dignos de mención relacionados con su política sobre Ucrania. En primer lugar, el enfoque del expresidente hacia Ucrania, la anexión rusa de Crimea y las repúblicas populares no reconocidas de Donetsk y Lugansk, establecidas ilegalmente, fue bastante controvertido. Sin embargo, la decisión de suministrar a Ucrania armas defensivas letales parecía ser la más importante para Ucrania. Cabe destacar que esta decisión fue prohibida por el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debido a sus recelos ante la posible escalada del conflicto con la Federación Rusa y la política de apaciguamiento hacia el agresor. El principal argumento que acabó convenciendo a Trump fue el hecho de que un acuerdo de este tipo reportaría beneficios adicionales a la industria militar estadounidense.

A pesar de ello, el ex presidente trató más tarde de utilizar el hecho de suministrar armas a Ucrania como medio de presión sobre el presidente Zelenskiy, lo que dio lugar al conocido caso del segundo intento de destitución contra él. Para ser más precisos, Donald Trump fue acusado de chantajear a los dirigentes políticos ucranianos para obtener material comprometedor sobre el hijo de Joe Biden, Hunter Biden.

Además, el ex presidente se ha mostrado reacio a endurecer las sanciones contra Rusia. Es crucial entender que, en este caso, la previsión de la administración Trump desempeñó un papel fundamental, ya que la principal oposición a las acciones de apoyo a Ucrania procedía del propio expresidente. Su enfoque a menudo implicaba personalizar las políticas y tomar decisiones basadas en sus perspectivas y prejuicios individuales.

La retórica de Trump en 2023-2024

En general, la retórica de Trump en 2023-2024 se inclinó aún más hacia el aislacionismo y la agresividad con respecto a Europa, especialmente en el contexto de la guerra rusa contra Ucrania. La promesa del expresidente de poner fin a la guerra ruso-ucraniana en 24 horas se ha convertido en una de sus declaraciones más destacadas de los últimos tiempos. Según su afirmación, presionar a ambas partes las obligaría a iniciar las negociaciones bilaterales. No dio más detalles, pero los expertos suponen que podría intentar presionar a Kyiv interrumpiendo toda la ayuda a Ucrania, esencial para la resistencia de este país. En cuanto a Rusia, algunos suponen que intentará persuadir a Xi Jinping para que presione a Rusia para que negocie con Ucrania. Sin embargo, sigue siendo incierto cómo China, así como la propia Rusia, responderían a tal acontecimiento, que dependería de múltiples factores y de la estrategia de cada parte. Además, se especula con que la candidatura de Joe Biden es estratégicamente mejor para China, ya que ambas partes intentan mantener una línea de contacto y resolver con relativa rapidez cualquier escalada. La guerra comercial iniciada bajo el mandato de Trump también se ha contenido hasta límites razonables. Por tanto, ciertos acuerdos entre el expresidente y China siguen en entredicho. Además, se cree que esta guerra ha reportado varios beneficios a Pekín al aumentar la dependencia de Rusia respecto a China en términos económicos, comerciales y políticos como consecuencia del fracaso del plan de Putin en Ucrania.

Sin embargo, la retórica de Trump es muy vaga y bastante manipuladora. Predecir sus acciones reales parece casi imposible, ya que el expresidente es famoso por la espontaneidad de sus actos. Nunca hizo declaraciones claras sobre si le gustaría que algún bando saliera victorioso en la guerra, pero expresó su creencia de que Europa debe pagar más por su seguridad.

Cabe destacar que Donald Trump está utilizando el tema del apoyo a Ucrania en su campaña electoral, con el objetivo de influir en las acciones de su electorado y desacreditar el inquebrantable apoyo de Joe Biden a Ucrania. En particular, se supo de la influencia directa de Trump en el retraso de la aprobación del paquete de ayuda militar a Ucrania por parte del Congreso estadounidense. Tales acciones tienen un impacto extremadamente negativo en la opinión pública. En particular, los partidarios de Trump, especialmente los alineados con el movimiento MAGA (Make America Great Again), se oponen vehementemente a cualquier forma de ayuda a Ucrania.

Donald Trump. Fuente: AP

Aparte de eso, existe la posibilidad de que la futura administración de Trump se caracterice por puntos de vista similares a los suyos, pero aún no se dispone de información más detallada. Tampoco se sabe aún a quién elegirá el expresidente como vicepresidente, pero los probables candidatos apoyan activamente a Trump y su movimiento MAGA. Buscará rodearse de administradores leales que no se atrevan a desafiarle o ir en contra de su visión de las políticas de la Casa Blanca. Según Hogan Gidley, que fue vicesecretario de prensa de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, el expresidente necesita a alguien que le apoye lo suficiente. Los expertos señalan que el diverso grupo de candidatos, que incluye mujeres y personas de diversos orígenes raciales, probablemente tiene como objetivo ampliar el atractivo de Trump y proyectar una imagen más inclusiva. Entre los posibles candidatos figuran Elise Stefanik, republicana del estado de Nueva York, la gobernadora Kristi Noem, de Dakota del Sur, la gobernadora Sarah Sanders, de Arkansas, y el senador Tim Scott, de Carolina del Sur. Todos ellos son partidarios acérrimos de la ideología MAGA y, sin duda, se alinearían estrechamente con la agenda de Trump, lo que suscita preocupación, sobre todo en lo que respecta a los intereses de Ucrania.

En cambio, durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca, su vicepresidente fue Mike Pence, cuya postura difería ligeramente de la de Trump y del ala radical del Partido Republicano. Pence demostró una lealtad considerablemente mayor hacia Ucrania y abogó por proporcionar ayuda al país. Considera que la connivencia de las acciones de Rusia, así como los fracasos de Ucrania, envían señales preocupantes a China y perjudican la posición de Estados Unidos en el contexto mundial.

En caso de que Donald Trump sea elegido próximo presidente, su segundo mandato puede diferir del primero, cuando sus acciones estaban relativamente reguladas por su administración. Tal vez se rodee de los seguidores más leales y partidarios de su visión ideológica de las políticas futuras.

Un aspecto más favorable para Ucrania es que Nikki Haley, la principal rival de Trump en la carrera por la nominación del Partido Republicano, aboga por proporcionar ayuda militar a Ucrania, aunque se opone a la ayuda financiera. No obstante, su discurso contribuye a aumentar las menciones a Ucrania en la esfera pública estadounidense, a menudo retratando al país de forma positiva.

Consecuencias de las medidas de Trump para Estados Unidos

Los expertos afirman que las acciones de Trump socavan la autoridad internacional de Estados Unidos como defensor de la democracia mundial y los fundamentos clave del actual orden internacional. La agresión de Rusia contra Ucrania se ha convertido en una prueba crucial para Estados Unidos, especialmente tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Además, la retórica de Trump ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de Estados Unidos y sus relaciones con aliados clave, en particular los Estados europeos, que empiezan a prepararse ante la posibilidad de que Trump recupere la presidencia.

II. ¿Qué debe hacer Ucrania?

El liderazgo político de Ucrania debe reconocer la alta probabilidad de que Trump sea reelegido como próximo presidente de Estados Unidos y tomar medidas proactivas para prepararse para este resultado. Además, la elección de un candidato alternativo no garantiza una mejora sustancial de la situación, dada la prolongada incapacidad del Congreso de Estados Unidos para aprobar un nuevo paquete de apoyo a Ucrania, en gran parte debido a manipulaciones políticas. No obstante, desde el punto de vista actual, la reelección de Trump representa el escenario más desfavorable para Ucrania.

Ante todo, es crucial reforzar los esfuerzos diplomáticos ucranianos en Europa en estos momentos. Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de armas a Ucrania, pueden explorarse estrategias alternativas a este respecto. En particular, algunos expertos proponen la opción de que Europa adopte un enfoque más proactivo en la compra de armas para Ucrania a Estados Unidos. Este enfoque presenta un escenario en el que todos ganan: Ucrania obtiene armamento de defensa crucial para la liberación y protección de sus territorios, Europa mejora su seguridad, ya que se correlaciona directamente con la estabilidad de Ucrania, y Estados Unidos se beneficia económicamente del aumento de las ventas de armas. Esta estrategia podría influir en Trump, cuya motivación principal a menudo se alinea con las ganancias financieras. Según Politico, Europa necesitaría aproximadamente 45.000 millones de euros anuales para cubrir los gastos del apoyo estadounidense a Ucrania, lo que equivale al 0,3% del PIB de la Unión Europea. Sin embargo, en la actualidad, la ayuda militar a corto plazo de la UE a Ucrania sólo asciende al 55% de lo ofrecido por Estados Unidos.

Además, las declaraciones de Trump sobre su intención de renunciar al liderazgo dentro de la OTAN y disminuir la presencia militar estadounidense en Europa plantean riesgos significativos para los Estados europeos. Estos ya están tomando medidas proactivas para reforzar su autonomía en el ámbito de la seguridad, impulsados por la escalada de las amenazas de Rusia y la inestabilidad general en la región. Esto constituye un impulso de peso para Europa, especialmente si se tiene en cuenta la importancia crítica de la capacidad militar de Ucrania en la configuración del futuro de la seguridad europea.

Si bien es justo que el expresidente estadounidense pida a los miembros de la OTAN que aumenten su gasto en defensa hasta un mínimo del 2% de su PIB, sus afirmaciones sobre el posible incumplimiento de las obligaciones del artículo 5 son muy preocupantes. Donald Trump incluso ha hecho alguna vez comentarios sugiriendo que podría animar a Putin a actuar agresivamente contra los Estados que no cumplan con el gasto en defensa. Aunque estas declaraciones son en su mayoría manipuladoras, sus implicaciones siguen siendo graves, especialmente en el contexto del actual conflicto ruso-ucraniano y, de hecho, la amenaza inminente de una posible agresión futura por parte de Putin contra algunos Estados miembros de la OTAN.

Vale la pena señalar que países como los Estados bálticos, Finlandia, Polonia, Eslovaquia y otros, que son objetivos potenciales de la agresión rusa, ya han superado el umbral del 2% de gasto en defensa. Sin embargo, debido a la ambigüedad que rodea las declaraciones de Trump, predecir las acciones de Estados Unidos en caso de un ataque ruso contra los estados de la OTAN, así como la participación general de Estados Unidos en la seguridad y defensa europeas, se ha convertido en un desafío. Esta incertidumbre socava una respuesta unificada y eficaz a las amenazas emergentes y debilita la alianza euroatlántica.

Lógicamente, implica que Europa no debe esperar hasta 2025, sino tomar medidas inmediatas para reforzar sus capacidades de seguridad y defensa, al tiempo que disminuye su dependencia de Estados Unidos. Esto incluye un aumento del apoyo a Ucrania. En particular, acelerar el ritmo de suministro militar es de vital importancia para mantener las capacidades de defensa y evitar el avance de las tropas rusas en el campo de batalla.

Gastos de defensa de los países de la OTAN como porcentaje del producto interno bruto en 2023. Fuente: Statista

Hablando de la retórica de Trump respecto a la posibilidad de llegar a un acuerdo con Rusia, es crucial reconocer que cualquier decisión tomada sin la participación de la parte ucraniana constituiría una violación del derecho internacional. Es poco probable que incluso las inclinaciones más radicales de Trump pasen por alto este hecho. Además, a escala mundial, cualquier concesión a Rusia podría socavar profundamente la credibilidad del actual orden internacional y la capacidad colectiva de Occidente, incluido Estados Unidos, para responder eficazmente a las agresiones internacionales y a las violaciones flagrantes del derecho internacional, una preocupación especialmente pertinente para países como Irán y Corea del Norte. Es imperativo no pasar por alto las posibles repercusiones: cualquier acuerdo que favorezca a Rusia empeoraría significativamente el panorama de seguridad en Europa e impactaría indirectamente en los intereses nacionales de Estados Unidos. Lo reconozca Trump o no, la estabilidad en Europa sigue siendo esencial para salvaguardar estos intereses.

Si el ex presidente persigue el objetivo de poner fin a la guerra en Ucrania lo antes posible, lo más probable es que la parte ucraniana se vea sometida a cierta presión. En este caso, es importante crear las condiciones más favorables para Ucrania durante 2024, una tarea bastante difícil, dados los problemas con la aprobación de la ayuda a Ucrania por parte del Congreso estadounidense. Ucrania no sólo debe intensificar las actividades de la diplomacia ucraniana en Estados Unidos, sino también llevar a cabo los cambios internos exigidos por los socios estadounidenses, buscar vías alternativas para atraer la ayuda exterior, especialmente en Europa y en otros Estados socios clave de Estados Unidos, como Japón.

III. Beneficios para EE.UU. de la ayuda a Ucrania

El apoyo de Estados Unidos a Ucrania en la guerra contra Rusia es parte de los intereses nacionales estadounidenses, y esto también debe enfatizarse en la comunicación con la parte estadounidense, incluso si Donald Trump es elegido.

Compromisos de ayuda bilateral como porcentaje de 2021
producto interno bruto (PIB) de la
Los 20 principales países donantes y la Unión Europea.
(UE) instituciones a 15 de enero de 2024.
Consejo de Relaciones Exteriores /
Antezza et al. / Ukraine Support Tracker /
Instituto Kiel para la Economía Mundial

Para empezar, Estados Unidos está contribuyendo a un importante debilitamiento militar, financiero y político de su adversario. Durante los dos últimos años las Fuerzas Armadas de Ucrania han neutralizado con éxito a más de 400.000 militares, incluyendo oficiales y generales, y han desmantelado de forma significativa una parte sustancial del arsenal armado ruso, acumulado a lo largo de los años desde la época soviética. Este gran daño infligido a las fuerzas armadas rusas mitigó eficazmente la amenaza que suponían para los países del flanco oriental de la OTAN, incluyendo Polonia y los países bálticos, que se encuentran bajo el paraguas protector de la OTAN según lo estipulado en el Artículo 5 del Tratado de Washington. Notablemente, estos logros se consiguieron sin la participación directa de un solo soldado estadounidense en suelo ucraniano.

Además, hasta enero de 2024, Estados Unidos ha asignado a Ucrania la asombrosa cifra de 74.300 millones de dólares en ayuda militar, financiera y humanitaria. Es notable que esto suponga sólo el 0,32% del PIB de Estados Unidos. Esta inversión estratégica ha permitido a Estados Unidos debilitar sistemáticamente a uno de sus principales rivales mundiales, aprovechando los esfuerzos de otros. Cabe destacar que más del 90% de la ayuda militar estadounidense permanece dentro de Estados Unidos, ya que se transfieren armas de su arsenal a Ucrania, que posteriormente se reponen con armas de nueva fabricación financiadas con asignaciones destinadas a la ayuda ucraniana.

¿Cuánta ayuda ha enviado Estados Unidos a Ucrania? Ayuda bilateral
comprometido con Ucrania entre el 22 de enero de 2022 y
15 de enero de 2024. Consejo de Relaciones Exteriores / Antezza et
Alabama. / Ukraine Support Tracker / Instituto Kiel para la Economía Mundial

Además, la industria militar estadounidense puede obtener importantes beneficios de la producción de armas no sólo para Estados Unidos y Ucrania, sino también para las naciones europeas que están reforzando sus arsenales en respuesta a las crecientes amenazas de Rusia en la región europea. Igualmente significativo es el hecho de que los países europeos miembros de la OTAN hayan iniciado esfuerzos para aumentar su autonomía en materia de seguridad. Esta evolución está contribuyendo a su seguridad, permitiendo potencialmente a Estados Unidos disminuir sus compromisos con los socios europeos y mitigar el riesgo de una implicación directa de Estados Unidos en cualquier conflicto de la región.

Es crucial no pasar por alto las implicaciones más amplias de este apoyo a Ucrania. Refuerza la percepción global de Estados Unidos como defensor de la democracia y la estabilidad internacional, al tiempo que envía un mensaje claro a otras naciones que contemplan desafíos al liderazgo global de Estados Unidos.

Aunque ciertos aspectos de la ideología de Trump pueden inclinarse hacia el aislacionismo, los beneficios económicos derivados del apoyo continuado a Ucrania presentan una razón de peso para que Estados Unidos persista en su ayuda contra la Federación Rusa.

IV. Mensaje de Ucrania al pueblo estadounidense

Independientemente de quién asuma la presidencia en Estados Unidos, Ucrania debe dar prioridad a una comunicación eficaz con los funcionarios y los ciudadanos estadounidenses. La opinión pública tiene un peso significativo y puede influir en las políticas promulgadas por las autoridades. Poner en marcha estrategias para implicar e informar a la opinión pública estadounidense es esencial para fomentar la comprensión y recabar apoyos para los objetivos y prioridades de Ucrania. Este enfoque proactivo de la diplomacia pública puede contribuir a reforzar las relaciones bilaterales y a promover los intereses de Ucrania en la escena internacional.

Las narrativas formuladas por el Instituto para el Estudio de la Guerra pueden servir de valioso marco para las actividades informativas ucranianas en Estados Unidos, especialmente las dirigidas a los ciudadanos estadounidenses de a pie. He aquí algunas posibles narrativas que podrían utilizarse:

  • La guerra la libran los ucranianos, no los estadounidenses.
  • Estados Unidos está ayudando a Ucrania a repeler el asalto ruso para reducir la probabilidad de un conflicto armado entre Estados Unidos y Rusia.
  • El éxito de Rusia en Ucrania o cualquier concesión al mismo envalentonaría al régimen de Putin y podría incitarle a desafiar el compromiso de Estados Unidos de defender a sus aliados de la OTAN, aumentando el riesgo de una confrontación entre Estados Unidos y Rusia.
  • Una victoria rusa también permitiría a las fuerzas rusas acercarse a las fronteras actuales de la OTAN, lo que obligaría a Estados Unidos a aumentar su compromiso con la defensa de la Alianza.
  • Ucrania está reforzando su propia industria militar y de defensa para reducir su dependencia de Estados Unidos.
  • Ucrania dispone de una importante industria de defensa y antes de las invasiones rusas figuraba entre los principales proveedores de armamento del mundo, por lo que está invirtiendo sus recursos y atrayendo inversiones extranjeras para reforzar significativamente esta capacidad.
  • La mayor parte de la ayuda militar sirve principalmente para reforzar la base industrial de defensa estadounidense y permanece dentro de las fronteras del país.
  • El armamento proporcionado por Estados Unidos a Ucrania es predominantemente antiguo. A medida que Estados Unidos repone su arsenal, moderniza al mismo tiempo sus capacidades militares.

Estos esfuerzos deberían orientarse hacia una postura más proactiva contra la desinformación rusa, así como a contrarrestar la difusión de falsas narrativas por parte de figuras como Trump y otros representantes del Partido Republicano. Su propagación de una retórica abiertamente antiucraniana, a menudo alejada de la realidad, subraya la necesidad de estrategias de comunicación sólidas destinadas a corregir la desinformación y promover una comprensión precisa de las circunstancias y aspiraciones de Ucrania.

Conclusiones

Se puede deducir que la probabilidad de que Donald Trump sea reelegido como próximo presidente de Estados Unidos es bastante alta, por lo que Ucrania debería empezar a prepararse ya. La mejor opción parece ser reforzar la cooperación con los socios europeos para aumentar la ayuda militar y financiera a Ucrania. Dicha cooperación sería beneficiosa para ambas partes, algo que Ucrania debería subrayar constantemente. A pesar del aislacionismo de Trump, cualquier confrontación con los Estados europeos, que son aliados clave de Estados Unidos, será extremadamente desventajosa para él.

Además, la connivencia con el agresor sólo aumentará la desestabilización en la región y en el mundo entero y sentará un precedente para otros Estados revisionistas.

Teniendo en cuenta la anterior presidencia de Donald Trump, el beneficio económico para EEUU podría ser un buen incentivo para llevar a cabo una política más favorable hacia Ucrania. Por lo tanto, es importante que las autoridades ucranianas comuniquen adecuadamente todos los beneficios para EE. UU., así como que lleven a cabo una diplomacia pública dirigida no solo a los círculos políticos, sino también a la sociedad, que ejerce una influencia significativa en las autoridades de EE. UU. Al navegar por las relaciones con la administración de Trump, la parte ucraniana debe permanecer abierta a una comunicación constante y estar dispuesta a comprometerse para promover los intereses ucranianos en la mayor medida posible. Este enfoque podría ayudar a mitigar los posibles desafíos y maximizar las oportunidades para alcanzar los objetivos de Ucrania.

Por tanto, parece que la prioridad para Ucrania reside en abogar por un aumento de la ayuda de los Estados europeos, reforzar su postura ante cualquier posible negociación y mantener una voluntad inquebrantable de diálogo con la Casa Blanca, el Congreso, las autoridades locales y las organizaciones no gubernamentales influyentes capaces de moldear la opinión pública e influir en la toma de decisiones gubernamentales en Estados Unidos. Este enfoque multifacético es esencial para salvaguardar los intereses ucranianos y avanzar en los esfuerzos hacia la resolución del conflicto.

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