por Vitalii Rishko
936 KB
Puntos Clave
- Pérdidas Significativas: Ucrania infligió grandes pérdidas a la Flota rusa del Mar Negro, revirtiendo muchas de las ganancias territoriales iniciales de Rusia y atacando activos críticos como el Puente de Kerch.
- Objetivos Estratégicos: La campaña de Ucrania en el Mar Negro y Crimea tiene como objetivo limitar la influencia de Rusia, preservar la estabilidad económica a través de las exportaciones marítimas y aplicar presión psicológica sobre Rusia.
- Victorias Clave: El hundimiento del Moskva y la recuperación de la isla de las Zmiinyi marcaron victorias críticas, interrumpiendo el dominio naval y el bloqueo de Rusia.
- Impacto Económico: Las rutas comerciales marítimas de Ucrania, reforzadas por el apoyo de la OTAN, son cruciales para su economía y la seguridad alimentaria mundial.
- Innovación Tecnológica: El uso por parte de Ucrania de drones navales y misiles de largo alcance, apoyados por tecnología occidental, ha sido fundamental en su éxito contra la Flota rusa del Mar Negro.
- Movimientos de Resistencia: La resistencia local, ejemplificada por el movimiento Atesh, desempeña un papel vital en la recopilación de inteligencia y el sabotaje, ayudando a los ataques estratégicos de Ucrania.
- Apoyo Occidental: La ayuda militar occidental continua y ampliada, en particular las capacidades de largo alcance, es esencial para el éxito continuo y futuro de Ucrania.
Las actividades militares de Ucrania en el Mar Negro y Crimea consiguieron infligir graves pérdidas a la Flota rusa del Mar Negro y disipar el escepticismo generalizado sobre el potencial de resistencia del país. Ahora, Ucrania ataca con éxito diversos objetos militares rusos en Crimea, desde aeródromos y puentes hasta posiciones de los sistemas de defensa antiaérea rusos. Este análisis pretende estudiar qué permitió el éxito ucraniano, aunque el Estado se vio privado de facto de su flota tras la anexión de Crimea y la agresión de Rusia en 2014. También pretende poner de relieve las limitaciones de Occidente que podrían obstaculizar un progreso aún mayor de Ucrania y comprometer su propia seguridad, ya que se está entrelazando más con la ucraniana a medida que avanza la guerra.
Kyiv desarrolló diversos medios para sus operaciones. En este sentido, las innovaciones tecnológicas y de defensa de Ucrania, junto con las capacidades suministradas por Occidente, se convirtieron en una importante baza de su arsenal. En la investigación también examinaremos más de cerca la gama de armas que Ucrania utiliza en sus campañas, y prestaremos especial atención al movimiento de resistencia local que permite que se produzcan.
Antecedentes de la Resistencia Ucraniana y la Intensificación de los Ataques Contra Crimea y la Flota Rusa del Mar Negro
Intentando quebrar la voluntad de resistencia de Ucrania al principio de la invasión a gran escala de Rusia, Moscú utilizó todas las herramientas que tenía a su disposición mientras trataba de penetrar en el país desde múltiples direcciones. Muchos observadores de relaciones internacionales y política exterior no confiaban en la capacidad de Ucrania para defenderse en tierra, y el teatro marítimo ni siquiera se consideraba un dominio en el que Ucrania pudiera infligir bajas significativas a las tropas invasoras rusas. La Flota del Mar Negro de Rusia en ese momento era percibida como una fuerza formidable, y algunos de los acorazados más capaces de Ucrania fueron capturados por Rusia tras su anexión ilegal de Crimea y la ciudad de Sebastopol en 2014. El 80% de los buques ucranianos fueron capturados durante la invasión inicial de entonces. Por no mencionar que, tras perder la mayoría de sus buques de guerra, la fragata insignia de Ucrania, Hetman Sahaidachnyi, tuvo que ser hundida por los propios ucranianos para evitar que fuera utilizada por los rusos durante la fase inicial de la guerra a gran escala. Los buques ucranianos más pequeños o las lanchas patrulleras no podían oponerse a la Flota del Mar Negro rusa, y parecía que Ucrania, invadida por tierra, mar y aire, no podría resistir mucho tiempo.
En un momento en que la capital ucraniana, Kyiv, estaba casi cercada, las fuerzas invasoras consiguieron apoderarse del corredor terrestre que va desde la Crimea ocupada hasta el sur de Ucrania. La Flota rusa del Mar Negro capturó la isla de Zmiinyi (Serpientes), en el noroeste del Mar Negro, lo que permitió a Rusia imponer un bloqueo naval a Ucrania, dañando significativamente su economía y exponiendo a las principales ciudades, como Odesa, a posibles desembarcos anfibios. En tales circunstancias, cuando las tropas rusas parecían tener ventaja sobre Ucrania en varios frentes, la creencia de que Ucrania preservaría su independencia disminuyó aún más.
Sin embargo, la mayor parte de las ganancias territoriales rusas se revirtieron al cabo de unas semanas debido a la activa defensa ucraniana. Esto permitió finalmente a Kyiv expulsar a las fuerzas rusas de las afueras de Kyiv, Chernihiv y Sumy. Contra todo pronóstico, Ucrania consiguió causar grandes pérdidas a los buques de guerra rusos en el Mar Negro. El ejército ucraniano también intensificó los ataques contra objetivos militares rusos en Crimea y sus alrededores, incluido el puente de Kerch, principal vía logística para las tropas rusas estacionadas allí.
El humo negro se eleva desde el puente de Crimea, en el estrecho de Kerch, que une el mar Negro con el mar de Azov, tras un incendio. Foto: VCG
Objetivos Clave de la Campaña Ucraniana en el Mar Negro y Crimea
Para contrarrestar eficazmente la invasión rusa, Ucrania emplea diversas estrategias para limitar la influencia de Rusia en el Mar Negro. Esto, a su vez, garantiza la libertad de navegación y ayuda a preservar las exportaciones de Ucrania, que son fundamentales para sostener su economía devastada por la guerra y la estabilidad mundial mediante el suministro de productos agrícolas a los mercados mundiales y la mitigación de los problemas de seguridad alimentaria. Además, en un intento de alterar críticamente el cálculo y la certeza de Moscú en su victoria en esta guerra, Kyiv trata de destruir el mayor número posible de buques o, al menos, dañarlos gravemente para que ya no puedan ser utilizados contra Ucrania. Al mismo tiempo, la feroz lucha de Ucrania en el Mar Negro y contra las fuerzas de ocupación rusas en Crimea es vital no sólo por razones militares, sino también para crear presión cognitiva y psicológica sobre los militares rusos, el propio Putin y la población rusa en general.
Un objetivo paralelo clave para Ucrania es hacer que la guerra a gran escala de Rusia sea impopular entre su público nacional y crear tensiones entre la sociedad y el gobierno, presionando así al Kremlin para que detenga la guerra. El éxito continuado de Ucrania en la caza de los acorazados rusos y en el ataque a Crimea es posible gracias a sus propias innovaciones tecnológicas y, por supuesto, al apoyo occidental. A pesar de contar con recursos limitados, Ucrania ha logrado resultados notables hasta la fecha.
Este análisis examinará las actividades de Ucrania en el Mar Negro y Crimea, evaluará los medios utilizados por Ucrania y descubrirá las limitaciones de Occidente que obstaculizan significativamente un éxito aún mayor de Ucrania. También examinará los esfuerzos a largo plazo necesarios para garantizar la seguridad de Ucrania y, en consecuencia, de Occidente, que están cada vez más entrelazadas a medida que avanza la guerra.
Triunfos Estratégicos de Ucrania: Hundir el Moskva, Recuperar la Isla de Zmiinyi y Romper el Bloqueo del Mar Negro
La historia de éxitos de Ucrania en el Mar Negro comenzó con un importante golpe a la Flota rusa del Mar Negro en abril de 2022, cuando hundió el buque insignia ruso, el Moskva, utilizando misiles antibuque de fabricación nacional – Neptunes – acoplados a los Bayraktars TB2 de fabricación turca. Estos VANTs se utilizaron como señuelo para distraer los radares y la tripulación del buque. El hundimiento del buque insignia Moskva fue un paso crítico y una pérdida dolorosa para la proyección de poder de Rusia en el Mar Negro, ya que Rusia perdió un buque con un sistema de defensa aérea de tres niveles que era crucial para proporcionar cobertura aérea a otros buques y a las fuerzas invasoras en general. La destrucción de este buque, que según algunos observadores se debió a los propios errores de Rusia y a la subestimación de la voluntad de resistencia de Ucrania, abrió la cadena de operaciones exitosas contra el dominio marítimo de Rusia, llevando a otros acorazados a retirarse del alcance de las armas ucranianas.
Estos drones marinos están apuntando a los rusos en el Mar Negro. CNN.
La siguiente operación crítica en el Mar Negro fue la reconquista de la isla de Zmiinyi. A pesar de su pequeño tamaño, esto era primordial para debilitar el dominio ruso, reducir sus capacidades de inteligencia a lo largo de la costa del Mar Negro y proteger ciudades portuarias como Odesa y Mykolaiv. Esto también alivió el bloqueo naval ruso y garantizó la imposibilidad de cualquier posible desembarco anfibio por parte de Rusia. La operación contra las tropas rusas en la isla consistió en destruir los radares, las defensas aéreas y el personal que Rusia había desplegado allí. Para lograrlo, Ucrania utilizó una combinación de ataques con grandes aviones no tripulados y cazas de combate, que volaban a baja altura al amparo de la noche para evitar ser detectados por los radares rusos. Utilizando datos de inteligencia recogidos por satélites, una vez que las fuerzas y las defensas aéreas rusas en Zmiinyi quedaron significativamente debilitadas, las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) de Ucrania llevaron a cabo su primer desembarco por mar y aire, utilizando barcos y helicópteros. Aunque las FOE consiguieron degradar aún más el equipo y el personal de Rusia, también sufrieron pérdidas.
Los siguientes pasos consistieron en intensos ataques con misiles y artillería, reforzados con suministros occidentales, ya que Ucrania recibió sus primeros sistemas y munición de fabricación occidental. La distancia a la isla (unos 40 km en distintos puntos) permitió utilizar estos sistemas con eficacia. Finalmente, las fuerzas rusas tuvieron que huir de la isla, lo que supuso otra victoria decisiva para Ucrania. Esta victoria también elevó la moral de sus tropas y su pueblo, sobre todo porque el buque insignia utilizado por Rusia para conquistar la isla fue destruido, y Ucrania reconquistó la propia isla. Paralelamente, Ucrania también golpeó dos plataformas de perforación en el Mar Negro, conocidas como las “torres Boyko”, que fueron incautadas por Rusia en 2014 y utilizadas con fines militares, equipándolas con radares y otras instalaciones. Al año siguiente, Ucrania logró recuperar su control. La batalla de Zmiinyi fue crucial para Ucrania a la hora de aflojar el control ruso sobre el Mar Negro y reanudar las exportaciones marítimas mediante el establecimiento del Acuerdo de Granos, que funcionó durante casi un año y supuso un apoyo fundamental para la economía ucraniana.
De hecho, el bloqueo por parte de la armada rusa de las rutas comerciales de Ucrania por el Mar Negro afectó significativamente a su economía, a pesar de los esfuerzos ucranianos por establecer rutas terrestres alternativas para sus mercancías. A la luz de las incertidumbres derivadas de la retirada de Rusia de la ONU y del Acuerdo de Granos negociado con Türkiye, el impulso de Ucrania para establecer su propia ruta comercial marítima resultó ser un éxito considerable. La nueva ruta parte de Odesa y se encuentra cerca de la costa ucraniana y de miembros de la OTAN como Rumanía, Bulgaria y Türkiye. Estos miembros de la OTAN han lanzado recientemente una misión conjunta para limpiar las aguas del Mar Negro de minas marinas, contribuyendo así a la libertad de navegación y a la seguridad de los buques mercantes, al tiempo que se refuerzan los esfuerzos de Ucrania y de la comunidad internacional para mantener la seguridad alimentaria mundial.
Gracias al funcionamiento estable del corredor marítimo de Ucrania, Kyiv pudo exportar 71 millones de toneladas de mercancías, aumentando las exportaciones físicas en un 35% en el primer semestre de 2024, según mencionó Yuliia Svyrydenko, vice primera ministra y ministra de Economía de Ucrania. Entre las mercancías exportadas se encuentran trigo, maíz, cebada, soja, colza y otros productos agroprocesados, fundamentales para combatir la hambruna en África y Oriente Medio.
Las exportaciones marítimas en curso demuestran su éxito y contribuyen directamente al funcionamiento de la dañada economía ucraniana. Aunque no se utilicen para financiar el esfuerzo bélico, los ingresos obtenidos son cruciales para cubrir otros gastos sociales. Además, los resultados podrían haber sido mucho mayores en cuanto a las importantes exportaciones de Ucrania a los mercados mundiales si no fuera porque Rusia sigue ocupando 16 de los puertos marítimos ucranianos. Recuperar el control sobre ellos es de vital importancia para el país. Sin embargo, la dinámica actual, puesta de manifiesto por la labor 24/7 de los tres puertos controlados por Ucrania en Odesa y sus alrededores, ha permitido el paso seguro de unos 700 buques a pesar de las amenazas de Moscú de atacarlos. Esto demuestra que los esfuerzos ucranianos contra el dominio ruso en el Mar Negro dan resultados tangibles para Ucrania y mantienen la seguridad y estabilidad mundiales al seguir enviando productos agrícolas a países vulnerables y contribuir a la estabilidad de los precios en los mercados mundiales.
Aunque Ucrania está ganando la batalla del Mar Negro y ha conseguido alejar a los buques de guerra rusos de sus costas, Rusia sigue atacando las infraestructuras portuarias de Odesa, reduciendo o dificultando las capacidades de exportación de Ucrania y atacando otros lugares históricos de la ciudad incluidos en la lista de la UNESCO. Esto subraya la importancia primordial de seguir potenciando las capacidades de largo alcance de Ucrania, ya que la mayoría de los ataques con misiles y drones contra Odesa se lanzan desde la Crimea ocupada.
Ucrania a la Caza de la Flota Rusa del Mar Negro: La Erosión de la Proyección de Poder de Moscú
Tras el éxito de otras operaciones en tierra, después de expulsar a los rusos de casi todo el territorio de la región de Járkiv, así como de la liberación de Jersón, Ucrania se enfrentó a importantes desafíos, como la escasez de municiones, los retrasos en los suministros de equipos occidentales y las posiciones rusas fuertemente fortificadas en los territorios ocupados, junto con extensos campos de minas.
La economía de guerra rusa también ha demostrado hasta ahora su resistencia, y las sanciones impuestas por Occidente han tenido un efecto limitado a corto plazo sobre la capacidad del Kremlin para financiar su esfuerzo bélico. Además, la ventaja de Rusia en mano de obra, equipo militar y dinero se ha convertido en un problema aún más grave para Ucrania, especialmente si se tiene en cuenta el retraso en el apoyo financiero y militar de Estados Unidos. A pesar de todos los desafíos, Ucrania no ha dejado ni un momento de luchar en el mar, creando aún más presión sobre la Flota del Mar Negro de Rusia y sus buques de guerra, alejándolos cada vez más de Ucrania y de la Crimea ocupada temporalmente.
En su estrategia para seguir debilitando la presencia y el dominio de Rusia en el Mar Negro, Ucrania se apoyó en un conjunto diverso de herramientas que, aplicadas de forma combinada, podían dar los resultados militares necesarios. Así, al contar también con un enfoque de guerra asimétrica y haber reforzado aún más su ventaja en innovación tecnológica, Kyiv ha sorprendido sin duda a las mejores armadas del mundo. Se dice que en la actualidad Ucrania ha destruido o dañado significativamente un tercio de la Flota rusa del Mar Negro.
En aras de la claridad, la Flota del Mar Negro de Rusia incluía alrededor de 80 buques de superficie y submarinos, entre ellos un crucero con misiles teledirigidos, fragatas con misiles teledirigidos, corbetas con misiles teledirigidos, varias clases de buques de desembarco, buques patrulleros, corbetas de guerra antisubmarina, dragaminas marítimos y dragaminas costeros. A 9 de julio de 2024, según datos oficiales del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU), las pérdidas marítimas de Rusia incluyen 29 buques o embarcaciones y un submarino.
La mayor parte de los ataques con éxito de Ucrania contra la Flota del Mar Negro rusa se produjeron con la ayuda de sistemas no tripulados pilotados por control remoto. Los VANTs ucranianos se han utilizado contra las patrulleras de maniobra rusas. Por ejemplo, Ucrania consiguió destruir dos patrulleras de la clase Raptor utilizando Bayraktars. Y lo que es más importante, Ucrania adquirió mucha experiencia integrando drones navales en enjambres contra buques más grandes y mejor protegidos, logrando un grado de éxito nunca visto en la guerra marítima con dicha tecnología.
Además, la aplicación de drones navales por parte de Ucrania ha dado resultados realmente tangibles, logrando hundir varios acorazados importantes de la Flota del Mar Negro. En concreto, los drones navales han destruido o dañado el patrullero ruso Sergey Kotov, el buque de desembarco de clase Ropucha Caesar Kunikov, la corbeta de misiles Ivanovets de clase Tarantul, los buques de desembarco de clase Serna, el buque de reconocimiento Ivan Khurs y otras corbetas de misiles, dragaminas, etc. de la Flota del Mar Negro. El nuevo buque insignia ruso de la Flota del Mar Negro, el Almirante Makarov, también fue alcanzado por un dron marino; sin embargo, la magnitud de los daños es incierta.
Entre los drones navales más eficaces se encuentra el Magura V5, que Ucrania había desarrollado y probado a lo largo de la guerra. Magura es relativamente pequeño, muy maniobrable y difícil de detectar y destruir. Puede alcanzar objetivos a 800 kilómetros de distancia mientras transporta unos 300 kilogramos de carga explosiva, suficiente para hundir o dañar gravemente un buque, aunque a veces requiere varios intentos. En términos de rentabilidad, los drones navales, en comparación con los VANTs, son mucho más caros. El precio estimado del dron Magura V5 ronda los 250.000 dólares, mientras que el modelo Sea Baby cuesta 221.000 dólares. Su producción también se financia a través de iniciativas de crowdfunding similares a los esfuerzos colectivos de la sociedad ucraniana para comprar VANT (por ejemplo, mediante donaciones a la plataforma UNITED24). Sin embargo, los beneficios potenciales, a saber, causar destrucción o daños a un buque de guerra de la Flota del Mar Negro por valor de millones de dólares, definitivamente merecen la inversión.
La actuación de los drones navales ucranianos ha sido objeto de un reciente estudio publicado en la revista polaca Political Science and Security Studies Journal, en el que se afirma que el despliegue de los drones Magura se tradujo en ataques contra 14 buques rusos, destruyendo 8 de ellos. Otros datos sugeridos por este estudio incluyen que Sea Baby atacó cuatro barcos, Mykola – 2 barcos, y Mamay 2 barcos. Por lo tanto, basándose en este estudio, se podría concluir que los drones Magura son, con diferencia, el medio más eficaz para combatir a la Flota rusa del Mar Negro. Además, estimaciones no oficiales sugieren que las pérdidas de Rusia como resultado de los ataques Magura superan los 500 millones de dólares, lo que subraya su importancia para reducir el dominio naval de Moscú.
El Avance de las Innovaciones Navales Unido a las Armas Occidentales de Largo Alcance: ¿La Clave del Éxito de Ucrania?
Dado que Rusia está tratando de encontrar formas de luchar contra esos drones navales – ya sea utilizando ametralladoras de gran calibre o tratando de proteger las bases de la Flota del Mar Negro con barcazas y otras fortificaciones – Ucrania mantiene la vista puesta en seguir ampliando y mejorando sus capacidades actuales al tiempo que encuentra nuevas soluciones. Por lo tanto, teniendo en cuenta los intentos de Rusia de evitar nuevas pérdidas de la Flota del Mar Negro, cabría esperar más innovación en la tecnología de drones marítimos. Después de todo, Magura, Sea Baby, Mamay y otros drones marítimos se actualizan constantemente, por no mencionar que existe otra idea para inventar un dron submarino, que será aún más difícil de detectar y contra el que Rusia podrá protegerse.
Los drones existentes, como Sea Baby, también podrían desplegarse no sólo como munición unidireccional, sino también para colocar minas, y ya se han registrado casos de ataques con éxito contra buques de guerra rusos utilizando este método. Otra solución creativa para reforzar aún más la flota de drones navales de Ucrania es equipar los drones navales ucranianos con lanzacohetes Grad MRL de 122 mm, que ya se probaron en combate real. Por lo tanto, se podrían anticipar más soluciones innovadoras en drones navales, y la creación de un sistema híbrido dron-MLRS ya no es una fantasía.
Otros ataques se llevaron a cabo utilizando misiles antibuque modificados propios de Ucrania y misiles de crucero de largo alcance proporcionados por Occidente, concretamente el Storm Shadow británico y el SCALP francés. Múltiples buques rusos fueron alcanzados en el puerto ocupado de Berdiansk, por ejemplo, los buques de desembarco Saratov y Novocherkassk. Otros buques rusos fueron destruidos o dañados en los astilleros de Sebastopol o en los alrededores de Crimea. Al parecer, un misil antibuque Neptune dañó la fragata rusa Admiral Essen. Sin embargo, una de las pérdidas más dolorosas para la Flota rusa del Mar Negro fue el ataque de Ucrania al submarino mejorado de clase Kilo Rostov na Donu en un dique seco de Sebastopol, que le causó graves daños, supuestamente con Storm Shadow. No sólo era necesario golpear este submarino porque atacaba directamente las ciudades de Ucrania con misiles de crucero, sino también porque se trata de un activo limitado de la armada rusa, que estaba desempeñando un papel indispensable para competir con la OTAN en términos de proyección de poder naval. Durante ese ataque, junto con el submarino, Rusia perdió el dañado buque de desembarco de clase Minsk Ropucha, que era crucial para mantener la estrategia marítima de Rusia frente a la OTAN, dadas sus amplias capacidades anfibias. Además de eso, si se confirma, uno de los últimos ataques con misiles de crucero destruyó el único portaaviones de misiles de crucero que quedaba en Crimea después de que la mayoría de los buques de guerra de la Flota del Mar Negro fueran reubicados.
Trazar un cuadro más preciso de la situación de la Flota rusa del Mar Negro es ciertamente complicado, dada la sensibilidad del tema y, a veces, la falta de información sobre los medios utilizados contra ella y el grado de daños causados. La lista de buques del Mar Negro destruidos o dañados es sin duda incompleta. Sin embargo, permite comprender que el enfoque mixto de Ucrania en el uso de sus capacidades aéreas y navales, reforzadas por su propia innovación tecnológica y las capacidades de largo alcance suministradas por Occidente, puede dar resultados estratégicamente esenciales.
Desbaratando el “Insumergible Portaaviones”: Los Esfuerzos de Ucrania para que Crimea Sea Insostenible para Rusia
Crimea, tras la anexión ilegal de Rusia, se convirtió en una gran base militar que alberga la Flota del Mar Negro de Rusia y fuerzas invasoras. Rusia ha invertido grandes esfuerzos en la construcción de infraestructuras militares y en la llegada de más tropas a la península ocupada. Desde 2014, la militarización rusa de Crimea ha creado crecientes amenazas para la seguridad de Ucrania. De ahí que atacar y liberar Crimea siga siendo la principal tarea de Ucrania para garantizar su seguridad.
Crimea es una base logística crítica para la Flota del Mar Negro de Rusia y una parte crucial de la línea de suministro logístico de Rusia para sus tropas invasoras en el sur de Ucrania, con la ayuda del puente de Kerch que conecta la Rusia continental con la península ocupada. Además de ser esencial para la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, Crimea es también un activo clave para el presidente ruso, Vladimir Putin, ya que simboliza su imagen de líder político fuerte y el estatus de Rusia como gran potencia. Por el contrario, para Ucrania sigue siendo un recordatorio de las políticas expansionistas e imperialistas de Rusia, actualmente cruciales para el éxito de Rusia en la guerra terrestre.
Teniendo en cuenta estos argumentos, está claro por qué el gobierno ucraniano, el Estado Mayor de las FAU y la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa dan prioridad a hacer insostenible la ocupación rusa de la península, teniendo en cuenta su importancia estratégica en esta guerra. Según Ben Hodges, ex comandante general del ejército estadounidense en Europa, la clave de la victoria ucraniana reside en la desocupación de Crimea, la interrupción de la logística rusa y el ataque a objetos militares críticos en la península, especialmente el puente de Kerch. Aparte de eso, atacar otros puentes más pequeños pero igualmente importantes que unen Crimea con las regiones de Jersón y Zaporizhzhia, como el puente ferroviario y de carretera de Chonhar, así como el puente de carretera de Hénichesk, también es fundamentalf Hacer insostenible la vida de las fuerzas rusas en Crimea privándolas de alimentos, suministros médicos, municiones y refuerzos debería ser un objetivo clave para Ucrania. Esta tarea es crucial, a pesar de los esfuerzos de Rusia por cubrir los posibles riesgos con nuevos ataques al puente mediante la construcción de una nueva vía férrea que conecte sus regiones con las zonas ocupadas de Ucrania. Dado que la capacidad del puente para trasladar material militar pesado es limitada, se sigue utilizando para trasladar personal adicional para la invasión.
Ataques a los puentes de Crimea / Infografía: NV
A pesar de enfrentarse a una importante escasez de armamento y a la falta de capacidades de largo alcance, Ucrania ha estado atacando objetivos militares en la península y sus alrededores en repetidas ocasiones, dada la importancia estratégica de Crimea. Crimea está repleta de bases militares, aeródromos, centros de mando y control, depósitos de armas, muelles y cuarteles. Rusia utiliza al menos seis aeródromos, como el aeródromo de Belbek, el aeródromo de Saky, la base aérea de Dzhankoy, la base aérea de Kacha, el aeródromo de Gvardiyske y el aeródromo de Kirovske. Algunos de ellos se utilizan no sólo para la aviación, sino también para lanzar ataques con drones, incluidos los drones kamikaze Shahed, de fabricación iraní. Atacar todos estos objetivos sigue siendo una gran prioridad para las FAU. Con la entrega del tan esperado ATACMS, es probable que aumenten los ataques con misiles contra los aeródromos. En uno de los ataques más recientes contra el aeródromo de Belbek, en mayo, Ucrania consiguió destruir varios aviones de combate y supuestamente dejó dañado otro más. Además, la supresión o destrucción de los sistemas de defensa antiaérea, radares y equipos de reconocimiento rusos sigue siendo una de las principales prioridades para aumentar la eficacia de los ataques de Ucrania. Por ejemplo, en un ataque en junio, las FAU destruyeron varios sistemas de defensa aérea, como el S-400 cerca de Dzhankoy y el S-300 cerca de Yevpatoriya y Chornomorske. Estos esfuerzos son cruciales, ya que son vitales para preparar el terreno para la operatividad segura de los F-16 por parte de Ucrania una vez que lleguen este verano, al tiempo que hacen que el puente de Kerch esté más expuesto a futuros ataques con misiles.
¿El Suministro de Misiles de Largo Alcance de Fabricación Occidental Cambiará las Reglas del Juego?
Este año, la frecuencia de los ataques con misiles de Ucrania ha aumentado considerablemente, debido a la entrega de Storm Shadows y SCALP. Estos misiles fueron decisivos para atacar varios activos valiosos de la Flota rusa del Mar Negro. En septiembre de 2023, otro gran ataque con misiles de crucero proporcionados por Occidente tuvo como objetivo el Cuartel General de la Flota del Mar Negro de Rusia en Sebastopol, obstaculizando significativamente la logística, la coordinación y la cadena de mando de Rusia y eliminando a varios oficiales de alto rango. Poco después de este ataque, así como de otros ataques coordinados contra buques de guerra y otros objetos militares con misiles de crucero, vehículos aéreos no tripulados y drones navales, los dirigentes rusos decidieron ordenar que la mayoría de los buques de la Flota del Mar Negro se trasladaran de Crimea al puerto de Novorosíisk, así como a Sochi, lo que demuestra el importante daño que Ucrania ha estado infligiendo a las fuerzas de ocupación rusas. Incluso allí, pese a los intentos del Kremlin de proteger sus buques, Ucrania sigue causándoles daños. Por ejemplo, un dron naval alcanzó al Olenegorsky Gornyak, otro buque de desembarco de la Flota del Mar Negro, dejándolo significativamente dañado en el puerto de Novorosíisk. Otros informes también indican que el Kremlin planea construir una nueva base naval del Mar Negro en Abjasia, controlada por Rusia y parte soberana de Georgia.
Aparte de estos golpes decisivos a las fuerzas de ocupación rusas en Crimea, Ucrania ha golpeado y dañado con éxito el puente de Kerch en varias ocasiones. Aun así, su destrucción completa sigue siendo un plan integral para Ucrania. Los ataques de octubre de 2022 y julio de 2023, con un camión lleno de explosivos y drones navales, respectivamente, redujeron la capacidad del puente para trasladar equipos pesados. Sin embargo, el puente sigue operativo para abastecer a las fuerzas de ocupación rusas. Al mismo tiempo, Rusia finaliza la construcción de un nuevo ferrocarril que conecta Rostov del Don con ciudades ocupadas temporalmente como Mariúpol, Berdiansk, Melitópol, Volnovaja, Donetsk y Dzhankoy en Crimea. Esta ruta alternativa presenta riesgos adicionales para Ucrania, pero también está más expuesta a los ataques y contramedidas de Ucrania, incluido el sabotaje sobre el terreno.
No obstante, el puente de Kerch debería quedar totalmente inutilizado. Sin embargo, Ucrania carece actualmente de las capacidades necesarias para conseguirlo. Los expertos militares sostienen que el suministro de Storm Shadows, SCALPs e incluso ATACMS no será suficiente para destruir el puente. Otra capacidad vital para este fin se considera que son los misiles de crucero TAURUS de fabricación alemana, que Berlín se niega a suministrar, alegando el temor a una escalada. Sin el suministro de una capacidad poderosa de largo alcance tan necesaria como TAURUS y la interrupción del enlace entre la Rusia continental y Crimea, es probable que la logística de Moscú siga mejorando, al igual que su presión sobre Ucrania en la guerra terrestre. Por lo tanto, la destrucción del puente debe ser un objetivo clave para Ucrania y sus socios.
Expulsar a las fuerzas de ocupación rusas de Crimea interrumpiendo significativamente las líneas de suministro logístico, atacando infraestructuras militares vitales y haciendo que Crimea sea insostenible para las fuerzas de ocupación y la administración rusas es un objetivo estratégico crucial para que Ucrania logre la victoria en esta guerra. Mientras Rusia ocupe la península, Ucrania nunca se sentirá segura, y el Mar Negro nunca será próspero debido a la obstaculización de la libertad de navegación y a la destrucción de la estabilidad que supone la militarización rusa de Crimea. Para lograr este objetivo, es vital seguir proporcionando a Ucrania capacidades de largo alcance, al tiempo que se eliminan las barreras a la entrega de misiles TAURUS para eliminar el puente de Kerch y se suministran misiles ATACMS de mayor alcance para que Ucrania pueda atacar cada centímetro de la península de Crimea y la Flota rusa del Mar Negro. Todos estos esfuerzos deben ir paralelos al apoyo al desarrollo de los propios avances tecnológicos de Ucrania en VANTs, drones navales y capacidades de largo alcance.
Atesh: La Fuerza de Resistencia (In)visible Tras los Ataques Estratégicos de Ucrania en Crimea
El éxito constante de Ucrania a la hora de atacar la Flota del Mar Negro rusa y objetos militares en Crimea no habría sido posible sin una adecuada recopilación de inteligencia sobre el terreno. A veces subestimadas y mal cubiertas por los medios de comunicación occidentales, las actividades de los movimientos de resistencia en Crimea resultan ser un elemento esencial en la batalla de Ucrania por la liberación de la península. Paralelamente a la activa labor del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y de la inteligencia militar (HUR) en Crimea, otras redes de resistencia también desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la ocupación rusa. A este respecto, uno de los movimientos más destacados es “Atesh” (que significa “fuego” en lengua tártara de Crimea), formado por activistas proucranianos y tártaros de Crimea.
Como la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia no salió exactamente como estaba previsto, muchos habitantes de la península se dieron cuenta de que Rusia recurriría a movilizar a la población. Esto proporcionó un impulso crítico y la oportunidad de infiltrar en el ejército ruso agentes que pudieran proporcionar la inteligencia necesaria a Ucrania. Según “Dzhokhar”, co-coordinador del movimiento, Atesh cuenta actualmente con una red de casi 18.000 informadores, agentes y activistas. El movimiento está implicado en la recopilación de información y lleva a cabo operaciones vitales tras las líneas enemigas, como sabotajes, interrupción de la logística y voladura de vías férreas, orientación de misiles contra puestos de mando y activos críticos, y eliminación de representantes de las administraciones ocupantes y colaboradores.
La función más amplia de inteligencia de Atesh consiste en comprender los planes de los ocupantes rusos, descubrir sus recursos y rendir cuentas de los crímenes de guerra cometidos por Rusia. Además, el movimiento intenta expandirse todo lo posible reclutando nuevos agentes, levantando la moral de la población para luchar contra la invasión y creando presión psicológica sobre los ocupantes, por ejemplo, atacando vehículos de representantes de las administraciones ocupantes o dañando coches de patriotas Z que apoyan el esfuerzo bélico de Rusia contra Ucrania.
En general, las capacidades de inteligencia de Ucrania son mucho más sólidas gracias a Atesh y a otros movimientos con los que coopera. Para añadir más datos concretos, Atesh participó en varias actividades vitales por su cuenta y apoyó las operaciones de Ucrania. En septiembre de 2023, agentes de Atesh guiaron un ataque con misiles contra la bahía de Sebastopol, destruyendo el gran buque de desembarco Minsk y el submarino Rostov del Don. Ese mismo mes, agentes de Atesh coordinaron un ataque contra el Cuartel General de la Flota del Mar Negro, causando la destrucción parcial del edificio e importantes pérdidas de personal militar ruso, incluidos altos mandos, lo que afectó significativamente a las capacidades operativas de la Flota del Mar Negro. Además, los agentes de Atesh desempeñaron un papel crucial en la dirección de los ataques aéreos contra aeródromos, especialmente en Saky, Dzhankoy y Kacha. Sus actividades se extienden también más allá de Crimea, incluyendo operaciones de sabotaje en territorio ruso o perturbando la logística entre la Crimea ocupada y la región ocupada de Jersón.
Atesh es un ejemplo de que, a pesar de los continuos esfuerzos de Rusia por reprimir a la población civil, aún existen elementos proucranianos que siguen ayudando a Ucrania a llevar a cabo diversas operaciones audaces y fundamentales para debilitar aún más la presencia rusa en Crimea.
Conclusiones: Trazar el Camino de Ucrania para Debilitar el Dominio Ruso en el Mar Negro
En el transcurso de la guerra a gran escala, Ucrania ha logrado hasta ahora resultados realmente notables en la lucha contra la Flota del Mar Negro de Rusia y su ocupación de Crimea, a pesar de las dificultades para adquirir las capacidades militares necesarias de sus socios. Ucrania ha demostrado su eficacia en el uso de drones aéreos y navales contra los buques de guerra rusos, al tiempo que ejercía presión sobre las fuerzas de ocupación rusas en Crimea.
Los persistentes ataques de Ucrania a las líneas de suministro logístico y a diversas instalaciones militares de la península desempeñan un papel fundamental a la hora de hacer desagradable la presencia rusa allí. Ucrania se ha convertido en un modelo a seguir en el despliegue de sistemas no tripulados contra una armada mayor y más poderosa, sirviendo de caso de estudio crucial para cualquier otra armada. De hecho, no hay que dar por sentado el caso de Ucrania, ya que los drones navales, por ejemplo, podrían no ser tan eficaces en los espacios oceánicos. Además, el éxito de Ucrania no es estático, y su continuidad dependerá de cómo mejore Kyiv sus capacidades y de cómo responda Moscú a su aplicación. La capacidad constante de adaptarse a las realidades del campo de batalla, incluido el mar, es una lección fundamental de esta guerra. Teniendo en cuenta que Rusia está tratando de encontrar una contraestrategia a la flota de drones mosquito de Ucrania, el éxito futuro de Ucrania no es incuestionable.
Además, tanto Ucrania como sus socios no deben ignorar que, con el tiempo, Ucrania tendrá que reconstruir su armada para garantizar su propia seguridad y la estabilidad de las rutas comerciales del Mar Negro. Para ello, es necesaria una estrategia a largo plazo sobre cómo podrían contribuir los socios de Ucrania a la construcción de esa armada, aunque ésta no pueda participar en la guerra en curso. Se están realizando esfuerzos concretos por parte de Türkiye, que está construyendo corbetas para Ucrania, y de los Países Bajos para proporcionar lanchas neumáticas y patrulleras maniobrables y embarcaciones de asalto. También está considerando suministrar dos cazaminas de la clase Alkmaar. Sin embargo, es necesario un enfoque más sistemático para reconstruir la armada ucraniana. Esto puede hacerse en el marco de los acuerdos bilaterales de cooperación en materia de seguridad firmados entre Ucrania y sus socios, miembros de la UE y de la OTAN. Por ejemplo, Estados Unidos y el Reino Unido podrían liderar estos esfuerzos, dada su importante experiencia y la posesión de potentes armadas.
Una lección fundamental que debe aprender Occidente es que tiene que alejarse de las líneas rojas autoimpuestas y empezar a proporcionar más capacidades de largo alcance a Ucrania. Ucrania podría haber logrado un éxito aún mayor si la entrega de las capacidades necesarias hubiera sido más oportuna y en mayor cantidad. La entrega de misiles de crucero TAURUS por parte de Alemania a Ucrania sigue siendo una cuestión crítica, ya que se trata de un arma más adecuada para ser utilizada contra el puente de Kerch, construido ilegalmente, que Moscú aprovecha para obtener beneficios militares y mantener su esfuerzo bélico.
Otra lección clave para Occidente es que las llamadas líneas rojas de Rusia sobre Crimea no son más que un farol. Ya no hay razón para que Occidente siga las líneas rojas autoimpuestas en relación con Rusia porque Putin las está utilizando en su beneficio, mientras que la disuasión de Occidente y de la OTAN es cada vez menos creíble.
No sólo es vital recalibrar la política de Occidente respecto a Rusia, sino que es indispensable eliminar la prohibición de que Ucrania utilice armas fabricadas en Occidente contra objetivos rusos lejos de las líneas enemigas. Teniendo en cuenta que las compras rusas de drones, munición y misiles balísticos a Irán y Corea del Norte aumentarán probablemente a medida que se profundicen sus relaciones, la necesidad de eliminar estas restricciones no hará sino hacerse más urgente. También es fundamental permitir que Ucrania siga degradando la Flota rusa del Mar Negro, que ahora opera mucho más lejos gracias a la exitosa estrategia naval ucraniana. Aún más, es esencial apuntar a las agrupaciones militares en territorio ruso mucho antes de que lleguen a Crimea o a otros territorios ucranianos temporalmente ocupados. Esta es la única forma de garantizar que Ucrania gane esta guerra en un sentido estratégico más amplio, adquiriendo una seguridad sustancial para sí misma y sus socios y garantizando la estabilidad en la región del Mar Negro en general.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados en los documentos publicados en este sitio pertenecen únicamente a los autores, y no necesariamente al Centro de Diálogo Transatlántico, sus comités o sus organizaciones afiliadas. Los documentos están destinados a estimular el diálogo y la discusión y no representan posiciones políticas oficiales del Centro de Diálogo Transatlántico o cualquier otra organización con la que los autores puedan estar asociados